Según un estudio publicado en la revista «Occupational and Environmental Medicine», perder el trabajo puede llegar a ser mortal para personas en edad madura, debido a que crece el riesgo de infartos de miocardio y de derrames cerebrales. . El riesgo se duplica cuando una persona es despedida y se encuentra en las últimas etapas de su carrera profesional.
Las conclusiones fueron extraídas de un estudio realizado en EEUU en el que participaron más de 12.500 personas de casi 8.000 hogares.
El análisis de las cifras y de las circunstancias en que ocurrieron los problemas de salud arrojó que las personas que habían sido despedidas y que eran mayores de 50 años tuvieron el doble de posibilidades de sufrir un ataque cardiaco o un derrame que las que conservaron su empleo. La duplicación del riesgo se mantuvo aun cuando se incluyeron otros factores en el análisis, como la diabetes, el tabaco, la obesidad y la alta presión sanguínea.
De acuerdo con los resultados del estudio, se puede afirmar que «los verdaderos costos del desempleo superan los costos económicos evidentes e incluyen también consecuencias considerables para la salud».
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