Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) tienen una «dualidad» que les puede llegar a hacer «grandes barreras» para las personas con discapacidad o en situación de dependencia, sobre todo, «si se olvida la accesibilidad y el ‘diseño para todos'», según apuntó hoy el profesor Juan Reig, autor del Informe ‘TIC y discapacidad: dependencia y diversidad’, presentado esta mañana en Madrid por la Fundación Vodafone.
Según explicó Reig, –que estuvo acompañado en la presentación por el director general de la Fundación Vodafone España, José Luis Ripoll y la secretaria de Estado de Asuntos Sociales, Amparo Valcarce–, «muchas veces, la sociedad de la información se construye sobre pilares de exclusión para este colectivo de personas dependientes, discapacitados o de diferente condición».
La dependencia severa y grave afecta en España a cerca casi 1,2 millones personas, de las cuales 826.000 tienen más de 65 años.
Sabiendo que existen 1,6 millones de personas que necesitan algún tipo de ayuda para realizar actividades en su vida diaria, apuntó Ripoll, «el desarrollo tecnológico debe orientarse también a facilitar la vida dependiente». La previsión del crecimiento demográfico indica que en 2020 habrá casi 1,5 millones de personas dependientes totales en nuestro país.
El informe que hoy se ha presentado destaca en este sentido la necesidad de «infoincluir» a estos grupos en la sociedad de la información con la finalidad principal de facilitar su vida a través del desarrollo tecnológico. Asimismo, proporcionar y promover nuevos servicios de soporte personal y social que mejoren la calidad de vida, «es una responsabilidad tanto de las instituciones públicas como de organismos privados», coincidieron los asistentes.
A juicio de Reig, «simplemente cumpliendo las normas y la legalidad, haríamos un mundo mucho mejor y más accesible a las personas en situación de dependencia».
En este sentido señaló el concepto de ‘inteligencia ambiental’ como elemento a tener en cuenta «en un futuro no muy lejano» en las relaciones con el entorno, para facilitar a todas las personas su vida diaria.
A su juicio, se habla cada vez más de «espacios que permitan una vida independiente, libre, autónoma para todas las personas». El Informe repasa precisamente lo que ha ocurrido en las TIC en los últimos años: UMTS, Bluetooth, etc, que son «un paso muy importante en este sentido».
«Lo importante es normalizar los sistemas y diseñarlos para todos, con los mismos estándares», afirmó. En esta línea, el reto de las nuevas tecnologías «es la atención a la dependencia», lo que es, además, «una gran oportunidad para la innovación y la creación de cosas nuevas».
TIC, VÍNCULO PARA LA INTEGRACIÓN
Por su parte, la secretaria de Estado consideró que las tecnologías de la información y la comunicación «son un vínculo para la integración social y laboral», y nunca deben ser una barrera. «Una deficiente o mala accesibilidad sólo significa ralentizar el avance hacia el futuro que ha comenzado ya», añadió esta mañana durante la clausura de la presentación.
Precisamente, dijo, «el acceso a las nuevas tecnologías es una de las primeas necesidades para la total integración personal y social de las personas con discapacidad», además de la formación, y la transformación empresarial. Todo ello, con el fin de evitar la llamada ‘brecha digital’.
En este sentido, los centros educativos son un pilar clave para hacer más accesible el mundo. «Sólo preparando a alumnos y formadores en técnicas de diseño para todos se desarrollará la nueva cultura de la accesibilidad», dijo. Si no ocurriera esto, las TIC pueden convertirse en «un peligro de exclusión», porque «muchas veces, las barreras son invisibles a los ojos de otros».
Como colofón, apostó por los códigos éticos como algo básico en el sector de las telecomunicaciones, tanto para la Administración como para las empresas y las organizaciones. «El avance de la sociedad es ya imparable», dijo. «Está en nuestras manos hacer que esa nueva sociedad sea plural el integradora», concluyó.
La Fundación Vodafone ha reunido en este Informe el análisis de expertos pertenecientes al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, la Comisión Europea, las Universidades Politécnicas de Madrid y Valencia, Cruz Roja, ONCE, la Confederación Nacional de Sordos Españoles (CNSE), la Plataforma Representativa Estatal de Discapacitados Físicos (PREDIF). y la Fundación Red Especial España, recogiendo las ideas que puedan ser útiles para mejorar la calidad de vida de los grupos vulnerables.
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