El Fondo Social Europeo y las administraciones españolas han invertido más de 2.400 millones de euros en las Escuelas Taller, Casas de Oficios y Talleres de Empleo en los 20 años de funcionamiento, afirmó ayer en Salamanca el director general del Servicio Público de Empleo, Valeriano Baillo.
El director general del Servicio Público de Empleo hizo estas declaraciones a los periodistas en la inauguración de la exposición ’20 años de Escuelas Taller’, promovida por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y que podrá visitarse hasta el próximo día 30 de mayo.
A modo de balance, Valeriano Baillo manifestó que, a lo largo de dos décadas, todo lo relacionado con la rehabilitación histórico-artística, el medio ambiente y la atención a domicilio han sido las profesiones que ‘mayor impacto’ han tenido entre los alumnos, al tiempo que ‘las más demandadas’.
También calificó de ‘muy positivo’ el resultado de estos programas de empleo, dado que el índice de inserción, bien a través de empresas, bien a través de creación de cooperativas, es del 77 por ciento en escuelas taller y casas de oficios, y en torno al 62 por ciento, en talleres de empleo.
La muestra ’20 años de Escuelas Taller’ expone los trabajos realizados por los trabajadores participantes y recrea diversos ‘talleres en vivo’ en las modalidades de encuadernación, soplado y tallado de vidrio, forja y cerrajería, sastrería, alfarería y cerámica, entre otras.
El programa de Escuelas Taller y Casas de Oficios fue creado con el objetivo específico de intentar integrar en la vida activa a jóvenes menores de 25 años con graves dificultades de inserción laboral y de adaptación a la enseñanza reglada.
El primer proyecto se llevó a cabo en la comunidad de Castilla y León, con varias actuaciones en Aguilar de Campoo (Palencia), entre las que destaca la restauración de Santa María la Real.
Desde entonces se han puesto en funcionamiento más de 8.000 escuelas taller y casas de oficios, a las que han asistido casi medio millón de alumnos trabajadores, cerca de 70.000 profesores y otro personal de apoyo.
En 1990, se extendieron a Iberoamérica mediante un acuerdo con la Agencia Española de Cooperación Internacional y el Instituto Nacional de Empleo, que permitió la puesta en marcha de 96 escuelas, en diecisiete países, en las que han participado casi 7.000 alumnos.
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