Epise ha batido su propio récord al obtener un 100% de clientes satisfechos en la evaluación de calidad hecha por sus propios clientes, a través del sistema de certificación Q*For.
El sistema de Certificación Q*For considera la satisfacción y valoración de los clientes y las características profesionales e institucionales. Para ser reconocidos como de calidad, más del 80 % de los clientes de los organismos evaluados deben estar satisfechos o muy satisfechos de los servicios recibidos. Además, deben demostrar un nivel adecuado de consistencia empresarial y de profesionalidad.
Actualmente son seis los países (Bélgica, España, Francia, Irlanda, Holanda y Argentina) que utilizan la evaluación y Certificación Q*For como referencia de calidad a la hora de seleccionar organismos de formación y son más de 450 los organismos reconocidos por dicha evaluación. Asimismo, se encuentran en proceso de incorporación a la Red otros siete países: Alemania, Grecia, Italia, Inglaterra, México, Portugal y la República Checa.
La certificación Q*For se basa en la realización de un estudio del nivel de satisfacción de los clientes y evaluación por parte de éstos de los aspectos claves del servicio que han recibido del organismo de formación: preparación, impartición, seguimiento y resultados, formadores, materiales, organización y gestión, atención a los clientes y relación calidad – precio.
En el caso de Epise, los aspectos mejor evaluados son la calidad de la atención a sus clientes, la organización y gestión de la formación y la calidad de los cursos considerados como productos.
Los clientes estimaron que los puntos fuertes de Epise que le hacen interesante frente a su competencia son la amplia oferta de formación de que dispone, tanto en la modalidad presencial como en formación “a distancia”; la calidad de atención “personalizada” que da a sus clientes; su manifiesta preocupación por los clientes; su apuesta por la calidad; la organización de la empresa para asegurar la eficacia; su flexibilidad en la negociación; su compromiso con el éxito final de cada intervención; su oferta formativa en el área económico financiera, definida como “completísima”; su exigencia en los cursos para que los alumnos cumplan en todo momento con sus compromisos; su capacidad de negociación en los precios; su esfuerzo por implicar a los clientes en sus acciones para asegurar los resultados y su profesorado, altamente competente y comprometido.
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