Contradiciendo la extendida creencia de que el alcohol tiene efectos económicos negativos para sus consumidores, un reciente estudio afirma que los bebedores gozan de mayores ingresos."Tomar copas incrementa el capital social", dice Edward Stringham, profesor de economía de la Universidad Estatal de California, y uno de los autores del estudio realizado por la organización educativa Reason Foundation y publicado en el Journal of Labor Research.
Stringham explica que el reporte muestra que los hombres que beben ganan un 10% más en promedio que los abstemios. Además, si beben en lugares públicos como bares, ganan un 7% adicional. En cuanto a las mujeres, los ingresos de las bebedoras son un 14% más altos sin que el estudio haya encontrado una diferencia entre las que frecuentan bares y las que no.
"Los bebedores sociales construyen capital social", señaló Stringham. "Los bebedores sociales están conviviendo, construyendo relaciones y agregando contactos a sus BlackBerries que luego resultan en cheques de pago más grandes".
El economista considera que en los últimos años se han exagerado innecesariamente los efectos negativos del alcohol.
"No se puede meter en el mismo saco manejar borracho y tomar una copa de vino con la cena o una cerveza con los compañeros de trabajo", comenta el profesor, quien atribuye el estigma asociado con el alcohol a la influencia religiosa de algunos sectores de la población estadounidense.
El estudio recoge la opinión de expertos que relacionan éxitos concretos de una determinada industria con "irse de copas". Como un ejemplo cita el auge en Silicon Valley señalando que el hecho de que potenciales competidores se reunieran informalmente para tomar unas cervezas, favoreció el intercambio de ideas sobre técnicas de resolución de problemas e innovaciones en la industria informática.
"La prohibición o la restricción excesiva del alcohol en nuestra sociedad puede tener efectos económicos muy negativos y empujar a la gente a beber en solitario sin que se produzcan los beneficios de la interacción que el alcohol facilita", dijo Stringham, señalando que esto, que ya ocurrió durante la prohibición de los años 20 y 30, está reproduciéndose ahora en los campus universitarios del país, entre otros lugares.
Doug Thorburn, un planificador financiero certificado que además ha escrito varios libros sobre alcoholismo, estudiando entre otras cosas sus efectos en la economía familiar y personal, señala que parte del problema en torno a esta adicción son los mitos que la rodean.
"En nuestro entorno cultural alguien que bebe todos los días o que se toma un vaso de vino en la comida puede ser erróneamente considerado un alcohólico", dijo Thorburn. "Pero, por otra parte, contradiciendo el mito del borracho solitario en la barra de un bar, hay muchos altos ejecutivos y líderes políticos y de todo tipo que son alcohólicos bajo la apariencia de un triunfador", agregó.
Thorburn explicó que ello se debe a que uno de los síntomas de esta adicción es la necesidad de ejercer poder sobre otros, algo que muchos consiguen en el plano laboral o profesional.
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