Los trabajadores de Telecom Italia, principal grupo de telefonía del país, entraron en huelga el martes para protestar contra el desmembramiento de la empresa, considerado como el primer paso para la venta del sector de telefonía móvil a un operador extranjero."Pedimos al Gobierno que interceda en en el caso sin que Telecom Italia vuelva a ser nacionalizada", explicó Raffaele Bonanni, secretario general de la central sindical CISL (católica) durante una manifestación en Milán (norte de Italia).
Telecom Italia anunció el pasado 11 de septiembre su decisión de dividir sus negocios entre telefonía fija y móvil (TIM), de la cual es líder en el mercado italiano, lo que suscita preocupación ante la posibilidad de que un sector estratégico pase a manos de extranjeros.
El giro de Telecom Italia dejó al descubierto en particular la ausencia de margen de maniobra financiera del grupo, que enfrenta una deuda de 41.300 millones de euros y deberá reducir sus activos.
El jefe de Gobierno italiano, Romano Prodi, manifestó su preocupación por tal decisión, lo que desencadenó la renuncia del presidente de Telecom Italia, Marco Tronchetti Provera, así como la dimisión del consejero económico-político de Prodi, Angelo Rovati.
"El cambio de estrategia es un error que pone en juego muchos empleos y debilita el sector", estimó Luigi Angeletti, secretario general de UIL (moderado).
Para el sindicalista, la cesión del sector móvil ha sido dictada "por la voluntad de vender activos para reembolsar las deudas".
Según Emilio Miceli, de la central CGIL (izquierda), cerca del 80% de los trabajadores adhirieron a la huelga.
Al menos un millar manifestaron ante la sede del grupo en Milán, constató la AFP.
En el año 2003, fueron registrados en Italia 57 millones de teléfonos móviles para una población de 57,88 millones de habitantes, según estimaciones del Instituto Nacional de Estadísticas (Istat), ubicándose como uno de los países con más número de móviles en el mundo con respecto a la población.
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