La Seguridad Social en Vizcaya ha diagnosticado como «accidente laboral» atribuible a un entorno de trabajo «de conflicto» la baja por depresión que sufrió una agente de la unidad científica de la Ertzaintza.
Este es el segundo caso de presunto 'mobbing' que reconoce la Seguridad Social en la sección de investigación de la Policía autónoma en los últimos meses, después de que en agosto se detectara una situación similar en otra componente de la unidad.
El Departamento de Interior ha abierto un expediente disciplinario para determinar las circunstancias en las que se produjeron las bajas médicas, ya que en ambos casos se había denunciado la existencia de un supuesto acoso por parte del máximo responsable de la unidad hacia las ertzainas. Además, está pendiente de conocerse la decisión de la Seguridad Social sobre otro policía que también ha denunciado las presiones.
El caso sobre el que ahora ha habido pronunciamiento es el de una ertzaina que se incorporó a su puesto tras una baja por maternidad. Según el informe en el que se ha basado el Ministerio de Trabajo para reconocer el acoso, la joven comenzó a ser presionada por su mando nada más incorporarse. Poco después, ella reclamó que se le compensaran económicamente una serie de gastos, tesitura en la que se le advirtió de que se la abriría un expediente disciplinario si continuaba pidiendo esas cantidades. De forma paralela, a la agente se le encargó un trabajo -que según el informe excedía su preparación- y se le obligó a presentar un documento semanal sobre su rendimiento.
Petición de Erne
En ese momento, el jefe de la unidad solicitó que la mujer fuera enviada fuera de la sección científica y trasladada a una comisaría. Esta petición fue denegada por ilegal. Posteriormente, el superior reclamó que se eliminara su plaza de trabajo dentro de la unidad. De nuevo se le comunicó al comisario que su propuesta era irrealizable. Entonces, a la ertzaina se le abrió un expediente por falta de rendimiento. La policía estuvo cuatro meses de baja por depresión, en dos periodos diferentes.
A raíz de estos hechos, el sindicato de la Ertzaintza Erne ha solicitado al Departamento de Interior que elabore un protocolo ante problemas de acoso, «que cada vez son más habituales» en la plantilla de la Policía autónoma. Erne además, ha pedido una indemnización de 9.903 euros para la primera ertzaina de la Policía científica a la que se reconoció víctima de acoso laboral.
Los comentarios están cerrados.