El arquitecto y el coordinador de seguridad del edificio en obras de la calle Almogàvers de Barcelona donde el pasado mes de julio murieron cinco trabajadores se han responsabilizado mutuamente de la construcción de la zanja sobre la que se derrumbó el muro.
El accidente laboral, en el que murieron cinco obreros -dos españoles y tres pakistaníes- y uno resultó herido grave, ocurrió al desplomarse un antiguo muro de contención, que al parecer no estaba apuntalado, sobre una zanja en la que estaban trabajando los operarios para la construcción de una galería de servicios subterránea. El arquitecto, Javier F., y el coordinador de Seguridad del proyecto, Luis A., han declarado como imputados ante el titular del juzgado de instrucción número 6 de Barcelona. Junto a esos dos técnicos, el juez ha imputado al encargado, Fernando M.; al jefe de la obra, Miguel Angel L., al jefe de personal, Fernando M.O., al coordinador de Obras y Materiales, Alberto F.R., y a José Antonio S., un responsable de la empresa FSI, subcontratada por la promotora Habitat para hacer las obras.
Según han explicado fuentes judiciales, el arquitecto ha dicho ante el juez que ni vio la zanja donde ocurrió el accidente ni tenía conocimiento de la existencia de un antiguo muro en el lugar, porque su función en el proyecto se limita a aportar soluciones constructivas cuando se presentan problemas.
Por su parte, el coordinador de Seguridad ha asegurado que la galería de servicios para cuya construcción se excavó la zanja no entraba dentro del Plan de Seguridad que él redactó y que, además, no fue informado de que se iba a abrir dicha brecha porque ello no figuraba en el proyecto.
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