El 71 por ciento de la población gitana mayor de 15 años que vive en España no ha finalizado la enseñanza obligatoria, un porcentaje que en el resto de la sociedad se reduce al 15,3 por ciento, según el estudio 'Población gitana y empleo', desarrollado por la Fundación Secretariado Gitano entre 2005 y 2006.
Estas cifras ponen de manifiesto que a pesar de que se ha avanzado en la escolarización en primaria de niños gitanos, el porcentaje de éstos que completan los estudios secundarios sigue siendo escaso.
Según explicó a Efe el director territorial andaluz de este colectivo, Humberto García, 'aún pasará mucho tiempo hasta que se produzca una verdadera normalización educativa de la etnia gitana', un fenómeno complejo que, a su juicio, depende de muchos factores cuya responsabilidad está 'tanto en manos de los propios gitanos como de las administraciones públicas'.
García, que firmó esta semana en Málaga un convenio de colaboración con CCOO contra la discriminación laboral de la etnia gitana, señaló que los elementos culturales y la Historia dificultan su integración en el ámbito educativo, pero aseguró que 'la escuela tampoco ha sabido hasta ahora adaptarse a la diversidad'.
En su opinión, la posibilidad de reducir estos altos índices de abandono escolar 'es una responsabilidad compartida entre la propia familia, el profesorado, los agentes sociales y la sociedad en general'.
'El proceso de integración avanza pero muy poco a poco', lamentó el representante de este colectivo, si bien añadió que 'es lógico que se retrase, ya que 'han sido muchos años los que esta minoría ha sido discriminada y perseguida y por eso aún arrastran una fuerte desconfianza'.
García confía en que progresivamente vayan desapareciendo los problemas derivados de estos lastres históricos, 'aunque sea en un medio o largo plazo'.
No obstante, aún continúan existiendo casos de discriminación en otros ámbitos como el laboral, donde un 45,4 por ciento de los trabajadores gitanos asegura sentirse marginado.
El informe de la Fundación Secretariado Gitano refleja que la pertenencia a esta etnia también determina las posibilidades de inserción laboral y así, mientras que el paro afecta a un 10,4 por ciento del conjunto de la población, en el caso de los gitanos el porcentaje sube al 13,8 por ciento.
García criticó que, además de las dificultades de acceso, la calidad del trabajo también es menor, ya que suele tratarse de puestos de escasa cualificación y carácter temporal; de hecho la tasa de temporalidad en este colectivo es un 40 por ciento mayor que la del resto de la sociedad.
En este sentido, el convenio firmado estos días entre la asociación y CCOO se dirige a reforzar la defensa de los derechos de los trabajadores gitanos contra actitudes discriminatorias que puedan darse en el seno de las empresas.
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