La mayoría de los 250.000 accidentes con baja que se produjeron en el sector de la construcción durante 2005 se debió a trastornos músculo-esqueléticos, lo que conlleva una mayor prevalencia de esta dolencia que en cualquier otro sector.
Así figura en el manual y la guía elaborados por el Instituto de Biomecánica de Valencia y la Fundación Laboral de la Construcción, los primeros de esta modalidad que se realizan ante esas altas cifras de bajas y sus causas, fundamentalmente los 'sobreesfuerzos físicos' del trabajador, y que tendrán difusión nacional.
En el 'Manual de ergonomía en la construcción' se destaca además que el sector de la construcción es el que tiene los índices de incidencia más altos entre todos los ámbitos de la economía nacional.
También indica que en España casi 8 de cada 10 trabajadores de la construcción (79%) afirman sentir alguna molestia física atribuida a las posturas y esfuerzos derivados de su trabajo y de ellos, casi la mitad (48%) sufre dolor de espalda, seguidos de cuello y hombros (36%), brazos y manos (28%) y piernas y pies (23%).
En cuanto a las lesiones más comunes -tendinitis, síndrome del túnel radial o síndrome cervical- se hace hincapié en que éstas son 'generalmente de aparición lenta y de carácter inofensivo en apariencia', por lo que se suele ignorar el síntoma hasta que se hace crónico.
Los principales riesgos ergonómicos que se dan en el sector están relacionados con las posturas forzadas, el manejo manual de cargas y la repetición de las tareas.
En el capítulo de recomendaciones figura, entre otras, el estar bien preparado físicamente; cuidar la dieta y realizar ejercicios de calentamiento y estiramiento; realizar pausas y descansos de manera frecuente, así como solicitar y usar ayudas mecánicas y de otros compañeros para realizar tareas que supongan un esfuerzo físico importante.
También se incluye un listado de elementos y equipos ergonómicos que pueden utilizarse, como plantillas para absorción de impactos, almohadillas para hombros, cinturón portaherramientas o plataformas elevadoras, en el caso de los primeros, o carretillas de dos ruedas, carros con mesa elevadora y útiles de agarre, en cuanto a equipos.
Uno de los investigadores del IBV, Alberto Ferreras, explicó que con el manual se pretende que los trabajadores, capataces, jefes de obra y técnicos de prevención, entre otros, puedan identificar los principales riesgos ergonómicos de ese sector ya que muchas veces no se conocen.
Sobre todo, dijo Ferreras, se busca que sean los propios trabajadores quienes puedan sustituir 'los malos hábitos posturales o formas, por ejemplo, de manejar cargas que son muy utilizadas pero que no son los correctos'.
Se refirió, por ejemplo, a los cinturones para la espalda que utilizan muchos trabajadores y recalcó que éstos 'no son preventivos' aunque pueden ser paliativos con recomendación médica.
Respecto a la 'Guía para la verificación ergonómica de máquinas-herramientas empleadas en el sector de la construcción', proporciona criterios objetivos para el diseño, selección y compra de máquinas y herramientas, así como la integración por parte de los fabricantes de maquinaria y herramientas de los principios ergonómicos en el diseño.
Algunos de los aspectos que subraya esa guía son que los controles y accesos a partes móviles deben estar diseñados de tal forma que puedan ser manipulados tanto por diestros como por zurdos, y que se suministre al trabajador no sólo el equipo 'correcto' sino también el modelo y talla adecuado a cada trabajador.
La Guía incide también en que los trabajadores deben ser informados sobre los riesgos específicos asociados a las máquinas y que un superior le indique qué debe hacer, cómo debe trabajar con la máquina y qué tipo de máquina es la adecuada para cada tipo de trabajo.
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