El presidente de la Sociedad Canaria de Medicina Asistencial Laboral, Maximino Morales, dijo ayer que una buena coordinación entre la salud pública y los médicos de las mutuas "ahorraría millones al sistema sanitario", pues se calcula que un 50% del gasto del sistema sanitario se invierte en sufragar las bajas laborales.
Un gasto que en 2004, según un estudio realizado por las Mutuas, se situó en el tercer lugar del gasto social en España, por detrás de las pensiones y el gasto sanitario total.
Así lo indicó Maximino Morales durante el II Congreso de la Sociedad Canaria de Medicina Asistencial Laboral, que se inauguró ayer en el sur de Tenerife y en el que propuso establecer una colaboración entre la sanidad pública y la privada para incidir en aquellos tratamientos que no se han llevado a cabo y que incrementan las listas de espera.
El congreso acoge hasta el 10 de diciembre a unos 60 médicos asociados en mutuas que intentan "favorecer la formación científica y técnica" e insistir en "una mejora de atención a nuestros pacientes dentro de los mismos intereses", añadió el presidente de la Sociedad Canaria de Medicina Asistencial en la inauguración del evento.
Asimismo, este encuentro acoge ponencias y debates sobre los llamados "simuladores" o personas que están de baja médica fingiendo un patología inexistente.
Entre las simulaciones más comunes, según los expertos, se encuentra el síndrome postraumático de accidentes y la simulación de patologías de espalda.
Maximino Morales aseguró que no hay estudios en España sobre cuántas personas fingen una baja laboral, pero citó que en Estados Unidos se simulan hasta la mitad de casos para prolongar dichas bajas. Entre las bajas más frecuentes están los accidentes del sector de la construcción y el estrés multidisciplinar. Los médicos de las mutuas también abordarán otras enfermedades relacionadas con el trabajo, como la fibromialgia y el estrés laboral.
Los médicos de las mutuas han elaborado una lista con las enfermedades más simuladas figurando entre las cinco primeras el estres postraumático, el dolor de espalda, las lumbalgias, de las que al menos el 5% son simuladas, la depresión y el esguince cervical.
También revelan que el 50% de las personas que sufren algún tipo de accidente prolonga su recuperación indebidamente, de forma que si su incorporación al trabajo es posible en una semana, la alargan una o dos semanas más y de forma voluntaria.
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