Un 25% de los trabajadores que sufren acoso laboral padecen trastornos "graves incapacitantes" que requieren atención médica prolongada
Estas son las conclusiones de un estudio elaborado por el profesor de la Universidad de Valencia Enrique Carbonell, del Instituto de Criminología y Ciencias Penales.
Con estos datos en la mano, 20 minutos ha reunido a dos personas que han estado afectadas por este problema, que sufren unos dos millones de trabajadores en España, el 15% de la población activa, para que dialoguen y cuenten su experiencia.
David del Olmo: Sufrí durante tres años humillaciones de la directora general de mi empresa hasta que fui despedido en abril de 2005.
Denuncié a la compañía y a la directora. Finalmente, el Juzgado de lo Social número 29 de Madrid dictó el 30 de septiembre de 2005 una condena solidaria, me tenían que indemnizar o bien la empresa o bien la acosadora con la cantidad de 30.000 euros, que ya he cobrado. Sentí una gran alegría cuando tuve la sentencia en la mano.
Manuela García: Yo también salí muy aliviada del juicio. Mi marido, que se llamaba Rafael García y era hornero, se suicidó el 27 de agosto de 2003. Padecía una depresión por aguantar durante ocho años presiones y humillaciones por parte de sus jefes en la Pastelería Mallorca de la calle Juan Pérez Zúñiga de Madrid. Un tribunal dictaminó que la muerte de Rafael fue un accidente de trabajo. Ahora estoy a la espera porque la empresa ha recurrido.
D. O.: Hasta que no tuve la sentencia final, sin posibilidad de que la recurrieran, lo pasé muy mal. Mi jefa me hostigó durante cuatro años, se mofaba de mí e incluso imitaba mis gestos. Me sentía muy solo, la gente acababa harta de mí porque sólo contaba tristezas. Al final, opté por callarme y guardarme mis preocupaciones. Todo acabó cuando me despidieron.
M. G.: Te entiendo, aunque yo viví el acoso laboral de forma indirecta. Sufrí mucho durante los ocho años en que maltrataron a mi marido en la pastelería. Le obligaban a trabajar hasta 14 horas diarias y tenía que manejar tres hornos a la vez. Él se quejaba, pero sus jefes no le hacían caso. Los últimos dos años se negaba a trabajar tan duro y esta época fue la peor, ya que estuvo sometido a frecuentes presiones. Rafael vino llorando cuando le dieron la baja porque para él significaba tirar por la borda toda una vida dedicada a su trabajo.
D. O.: Es verdad que te hacen olvidar tu valía y te hacen creer que eres un inútil.
M. G.: Mi hija le decía a su padre que dejara el trabajo, pero él tenía una mentalidad antigua y no veía normal el cambiar de empleo, además, le gustaba lo que hacía. Él pensaba que había que estar en el mismo sitio toda la vida. Llevaba trabajando 34 años en su oficio, desde los 11.
D. O.: Manuela, tienes que intentar pasar página y ser fuerte, aunque es duro lo que has pasado. Yo ya estoy bien.
M. G.: Todavía no he superado la muerte de mi marido, no lo puedo olvidar y por eso tampoco puedo perdonar a quienes provocaron su suicidio. Siento odio hacia ellos.
David del Olmo. Nació en Madrid hace 36 años. Es licenciado en Económicas. Recibió una indemnización por parte de su jefa o de la empresa en la primera sentencia en la que el acosador es condenado.
Manuela García. Nació en Madrid hace 51 años. Es ama de casa. Una sentencia (que aún se puede recurrir) califica el suicidio de su marido, Rafael, el pasado 27 de agosto de 2003 como un accidente laboral.
Acoso laboral
Definición: Práctica ejercida en las relaciones laborales consistente en un trato vejatorio y descalificador hacia una persona con el fin de desestabilizarla psíquicamente. En inglés, mobbing.
Tiempo: Debe durar seis meses.
Suicidios: Uno de cada cinco están relacionados con el acoso laboral.
Asociaciones. Puedes acudir para solicitar ayuda a: ACAL, en Madrid; Mobbing no!, en Barcelona; Asacamt, en Andalucía; Aecamt, en Castilla y León; Agacamt, en Galicia; AVAL, en el País Vasco; Aveap, en Valencia.
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