Suponen uno de cada cuatro agentes. Las causas de este alto absentismo son la imposibilidad de sindicarse y su carácter militar.
Los guardias civiles han decidido plantar batalla al Gobierno. Acusan al Ejecutivo de incumplir sus promesas electorales: desmilitarizar la Benemérita y reconocer su derecho a sindicarse. «La paciencia tiene un límite», aseguran, y ya están preparando «nuevos actos reivindicativos en la calle» para este mes.
Es el carácter especial de la Guardia Civil (un cuerpo policial, pero con disciplina militar) el que ha provocado que en los últimos diez años uno de cada cuatro agentes haya estado de baja psicológica; es decir, 17.000 de sus 72.000 efectivos, según ha denunciado a 20 minutos la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), que representa a 25.000 guardias.
Las cifras no acaban ahí. En la última década ha habido 438 suicidios o intentos de suicidio y 206 agentes han acabado en prisión por faltas administrativas. Datos que no han sido confirmados ni desmentidos por Interior.
Uno de esos 206 agentes es Francisco Oviedo, que actualmente cumple seis meses de prisión en la cárcel de Alcalá Meco (Madrid) por no poder justificar dos días de ausencia. Él asegura que sufrió una gastroenteritis.
No como en la Policía
«En la Policía, un expediente sancionador supone suspenderte de empleo y sueldo un tiempo. En la Guardia Civil acabas en la cárcel», explica Manuel del Álamo, portavoz de la AUGC.
«Es discriminatorio que no nos dejen formar sindicatos. Así no podemos defender nuestros derechos ni mejorar nuestras condiciones laborales. Dependemos de la buena voluntad de los altos mandos y del Gobierno de turno. Es lógico que haya tantas bajas», señala del Álamo. «Nuestra intención es modificar aspectos del régimen disciplinario», señalan a este diario fuentes del Ejecutivo.
El primer paso ya lo ha el director de la Benemérita, Joan Mesquida, que ha remitido una circular a los mandos instándolos a que no impongan sanciones de arresto.
Para Europa, es un cuerpo policial
La Corte Europea de Derechos Humanos acaba de dictaminar que la Guardia Civil es un cuerpo policial y no militar. Asegura en una sentencia del 2 de noviembre que el Gobierno español «ha vulnerado los derechos humanos» de un agente al que arrestó durante seis días por abandonar el cuartel sin avisar reglamentariamente para visitar a un familiar enfermo. La Corte Europea entiende que sólo un juez puede privar de libertad a un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ya que la Benemérita es un cuerpo policial (no militar) a la hora de aplicar un régimen disciplinario. Éste prevé arrestos domiciliarios de hasta 30 días y penas máximas de cárcel de dos meses.
La historia de una baja psicológica
Pedro. 43 años, valenciano. «Me arrestaron por llegar tarde al trabajo».
Tras 22 años en la Guardia Civil, Pedro asegura que ha pasado buenos momentos en la Benemérita, pero que todo terminó hace tres años. «Me arrestaron dos veces por llegar tarde al trabajo y todo se desmoronó. No llegué a entender tanta incomprensión, tanta disciplina mal entendida, tanta presión laboral».
Tras los dos arrestos, Pedro encadenó tres años de bajas psicológicas. «Al final me prejubilaron, me pasaron al retiro. Fue lo mejor. Nos aplicaban el Código Penal Militar sin estar en el Ejército. Y si te quejabas de lo que creías que era injusto, peor. No te dejan siquiera cuestionar tu trabajo, no nos dejaban tener ética cuando las órdenes que nos daban rozaban la legalidad». Ahora asegura que es feliz y que se siente con fuerzas para comenzar nuevos horizontes profesionales.
Tiene un hijo, y si mañana le dice que quiere ser guardia civil, «le diré que está muy bien servir a la ciudadanía, pero que hay otros cuerpos y otros trabajos donde puede hacerlo. No se lo recomiendo».
Los comentarios están cerrados.