Las bajas laborales por estrés son muy comunes hoy en día, y cada vez son más quienes conocen a alguien que deja de ir al trabajo por esta causa. Y en la gran mayoría de los casos, médico y afectado coinciden en encontrar el trabajo como origen de dicha situación de estrés.
Sin embargo, el nuevo listado de enfermedades profesionales, que ayer publicó el Boletín Oficial del Estado (BOE), no incluye el estrés ni ninguna otra enfermedad de riesgo psicosocial.
Este listado actualiza el que había hasta ahora, que databa de 1978. Si bien, introduce pocas novedades más allá de una nueva organización de las enfermedades ya existentes y de incluir nuevos agentes químicos que hace treinta años no se utilizaban y que se ha comprobado que son nocivos. Asimismo, amplía las profesiones susceptibles de producir enfermedades reconocidas.
Entre las nuevas dolencias laborales, el listado publicado ayer por el BOE reconoce por primera vez los 'nódulos en las cuerdas vocales a causa de esfuerzos sostenidos en la voz', como enfermedad profesional de 'profesores, cantantes, actores, teleoperadores o locutores'. En el apartado de cánceres causados por el trabajo, se reconoce a partir de ahora que la inhalación de polvos de amianto puede causar cáncer de pleura y de peritoneo.
Pero, al margen de esta actualización de las enfermedades, los técnicos del Ministerio de Trabajo y de los sindicatos destacan sobre todo que el Real Decreto aprobado ayer cambia el sistema de notificación de dichas dolencias ante la autoridad competente.
Esto es, que de ahora en adelante serán los propios médicos de cabecera del Sistema Nacional de Salud los que podrán comunicar a las autoridades ministeriales sus sospechas sobre la existencia de cualquier dolencia causada por el trabajo. De esta forma, se creará un sistema más ágil de incorporación de nuevas enfermedades al listado.
Esto supone un avance en la protección de los trabajadores ya que antes era el empresario el que decidía si notificaba la existencia de una enfermedad profesional y esto provocaba automáticamente una inspección, con lo cual el registro de estas dolencias no reflejaba la realidad. Un dato basta para comprobarlo: entre enero y septiembre se han registrado casi 600.000 accidentes con baja y apenas 14.000 enfermedades profesionales.
Raquel Pascual
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