La dirección general de Trabajo y Seguridad Laboral, dependiente de la conselleria de Economía, Hacienda y Empleo, elaboró, en colaboración con la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV), un decálogo técnico para prevenir los riesgos laborales en Nochevieja en los establecimientos del sector de la hostelería, según informaron fuentes de la Generalitat.
En este sentido, el director general de Trabajo y Seguridad Laboral, Román Ceballos, afirmó que "aunque más de 1.000.000 de personas acuden a cotillones y fiestas de fin de año y más de 100.000 trabajan en la hostelería, se trata de una de las noches más tranquilas del año por la reducción del número de desplazamientos que se producen y la mayor planificación del final de la misma".
"Hay que destacar –añadió Ceballos– el alto grado de concienciación y prevención existente sobre el problema del alcohol y la conducción, especialmente esa noche, por lo que los problemas que suelen producirse van asociados más bien a las intoxicaciones etílicas, sobre los que también existe un importante nivel de prevención durante estas fechas", aseveró.
Resaltó que el citado decálogo "contribuye también a intensificar el mantenimiento de las instalaciones durante estas fechas y a trasladar a los trabajadores el mensaje de la concienciación del sector hostelero, completando así el trabajo preventivo realizado para potenciar la seguridad de la celebración de la Nochevieja".
En cuanto a la colaboración con la FEHV destacó que por segundo año el estudio han elaborado conjuntamente el estudio ´La cultura de la seguridad y eficacia de las acciones de prevención de riesgos laborales´, para evaluar la "cultura de seguridad" en el sector hostelero, al tiempo que señaló como "novedad" que, en esta ocasión, el estudio se realizó en toda la Comunitat, "gracias a la colaboración con las tres asociaciones provinciales de hostelería y turismo que existen en la Comunitat", apuntó.
Del estudio, realizado sobre más de 100 empresas de hostelería de la Comunitat a través de cuestionarios a trabajadores y responsables y gerentes de los establecimientos, se desprende que este sector "se caracteriza por la ausencia de accidentes laborales con consecuencias mortales, aunque si se registran incidentes puntuales en el lugar de trabajo, provocados principalmente por las prisas y el estrés", precisaron. Las causas más frecuentes de los accidentes son los resbalones o caídas, el estrés, los cortes y la utilización de productos químicos o los incendios, indicaron.
Asimismo, señalaron que el 65 por ciento de los entrevistados afirma haber recibido formación en prevención de riesgos laborales y el 85 por ciento de los responsables asegura que sus trabajadores conocen las iniciativas que se llevan a cabo dentro de la prevención de riesgos en la empresa. Por otro lado, puntualizaron que para el 60,4 por ciento los mayores factores de riesgo son errores involuntarios o descuidos; para el 28,4 por ciento, exceso de confianza; para el 6,1 por ciento, mal uso de aparatos por desconocimiento; y para el 4,9 por ciento, la carga de trabajo y la presión.
Respecto al citado decálogo, indicaron que recoge en primer lugar que "la información es imprescindible para prevenir accidentes", por lo que destacaron la necesidad de que "el encargado mantenga una reunión previa al comienzo de la sesión con los empleados para explicarles" sus "tareas" y los "cambios en las rutinas de trabajo habituales". Asimismo, hace referencia a que el personal eventual "debe también estar informado de todas las medidas de seguridad y prevención".
En tercer lugar, manifiesta que "la organización correcta del trabajo permitirá mejorar las condiciones de trabajo de los empleados y optimizar los recursos", al tiempo que recoge "recomendaciones de vestuario" para el personal como usar calzado "cómodo y antideslizante", que los suelos estén secos y evitar llevar "trajes y vestidos que puedan producir tropiezos o enganches con los utensilios de trabajo".
Alude también a la conveniencia del "uso de protecciones" por parte del personal "que utiliza habitualmente máquinas de corte en cocina", así como a la obligatoriedad de que el establecimiento posea un "botiquín completo para poder atender en caso de primeros auxilios, así como tener el número de teléfono de emergencias (112) en lugar visible", o la recomendación para con aforo superior a 1.000 personas de contratar personal de enfermería.
En séptimo lugar, sobre el control de aforo, comentaron que es habitual que la llegada de público a la sala sea "escalonada", excepto si se acude a tomar allí las uvas, en cuyo caso haya "mayor concentración de público en la entrada" y se deba "controlar y organizar las colas para evitar aglomeraciones y problemas de aforo".
Incidieron también en que se mantengan "espacios despejados de obstáculos" en las "zonas de almacén y áreas de trabajo" para evitar caídas, así como que se "revisen" los equipos de trabajo antes de la sesión, "especialmente –precisaron– el gasóleo de los grupos electrógenos, la instalación eléctrica y la presión de los extintores", entre otros.
Finalmente, las citadas fuentes de la Generalitat apuntaron que el establecimiento "deberá informar en las reuniones previas con el personal de los planes de emergencia, especialmente al personal eventual que trabaja esa noche", concluyeron.
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