Los accidentes laborales mortales descienden ligeramente, aunque seguimos muy por encima de la media europea. En 2.006 murieron más de 1.300 personas mientras trabajaban, un uno por ciento menos que en el mismo periodo del año anterior.
La siniestralidad laboral desciende en todos los sectores excepto en servicios. Aun así, este tipo de accidentes nos costó el año pasado 12.000 millones de euros. Las pequeñas empresas, los inmigrantes y los trabajadores temporales son los que más accidentes sufrieron. Para intentar frenar la siniestralidad, Comisiones Obreras ha propuesto que los pequeños empresarios paguen más a la Seguridad Social, y que con ese dinero se les den cursos de prevención de riesgos laborales.
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