Un grupo de investigadores canadienses ha descubierto que el bilingüismo puede retrasar en cuatro años la aparición de síntomas de demencia senil frente a las personas que sólo hablan un idioma.
El estudio fue realizado por el Instituto de Investigación Rotman del Centro Baycrest de Investigación del Envejecimiento y el Cerebro de Toronto y será publicado en febrero en la revista médica 'Neuropsychologia'.
'Estamos bastante deslumbrados con los resultados. Nuestro estudio descubrió que hablar dos lenguas parece estar asociado con un retraso de cuatro años en el comienzo de síntomas de demencia, comparado con quienes hablan una sola lengua', señaló en un comunicado Ellen Bialystok, principal investigadora del equipo.
Los investigadores han estudiado cómo el estilo de vida (desde la actividad física hasta la educación o el nivel social) influye en la 'reserva cognitiva' durante los últimos años de vida.
Este término se refiere a una plasticidad neural mejorada, que es el uso alternativo de diferentes regiones del cerebro para compensar facultades perdidas en otras áreas así como una vasculatura cerebral enriquecida.
Los investigadores habían realizado estudios anteriormente que ya mostraban que el bilingüismo mejora la atención y el control cognitivo tanto en niños como en adultos.
El equipo de la doctora Bialystok examinó los historiales de 184 pacientes entre el 2002 y el 2005 con problemas cognitivos.
De ese grupo, 91 hablaban una sola lengua y 93 eran bilingües (principalmente polaco, 'yiddish' -el dialecto de los judíos de Centroeuropa-, alemán, rumano y húngaro).
Del total, 132 pacientes cumplían los requisitos para ser diagnosticados con probable Alzheimer mientras que los restantes 52 sufrían otros tipos de demencia.
Entre el grupo de una sola lengua, la edad en la que comenzaron los síntomas de demencia fue a los 71,4 años mientras que entre el grupo bilingüe se estableció a los 75,5 años.
Los investigadores señalaron que la diferencia se mantuvo incluso cuando se consideraron los posibles efectos de diferencias culturales, inmigración, educación, empleo y sexo.
El equipo destacó que los resultados son preliminares y que ahora está trabajando para examinar aún con mayor profundidad la relación entre bilingüismo y la aparición de señales de demencia.
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