Familiares y compañeros de los diez trabajadores fallecidos en el accidente laboral ocurrido hace hoy dos años en la calle Sauce de Burgos se concentraron en el lugar del siniestro para recordar en silencio este segundo aniversario y reclamar que la 'justicia restituya' los derechos de los fallecidos y sus familias.
La concentración, que se produjo sobre las 08:30 horas, tuvo carácter privado por deseo expreso de las familias en la que se depositaron ramos de flores y velas en recuerdo de los fallecidos y a continuación se celebró en la parroquia de San Pablo, en el barrio de Gamonal, una misa por los fallecidos.
La mujer de uno de los fallecidos aseguró a los periodistas que desde el accidente las familias no siempre se han visto arropadas por la empresa Arranz Acinas a la que reprochó que a fecha de hoy siga sin reconocer su responsabilidad.
El secretario provincial de la UGT, Julián Juez, exigió que 'la Justicia defienda y restituya los derechos de los fallecidos y los heridos' e insistió en que este accidente se produjo por una 'transgresión' de la normativa por parte de la empresa constructora.
Juez, en declaraciones a Efe, lamentó que 'este fatal accidente no haya servido para aumentar la sensibilidad y concienciación sobre la necesidad de extremar las medidas de seguridad en el sector de la construcción y reducir la alta tasa de siniestralidad laboral'.
El secretario provincial de CCOO, Fidel Velasco, aseguró a EFE que el accidente se pudo evitar con la sola aplicación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales que prohíbe que los combustibles y las herramientas se almacenen en los vestuarios de los trabajadores.
Dos años después de registrarse el accidente todavía no hay fecha para la celebración del juicio, que está pendiente de la entrega de los escritos de calificación de las partes personas en el proceso y de las alegaciones que pueda presentar la defensa de los acusados y de la empresa.
Además de las posibles responsabilidades penales de los acusados se deberán concretar en el juicio las indemnizaciones para pagar por la empresa.
El juez autorizó en su día un reparto a cuenta de las indemnizaciones que se establezcan entre los familiares de las víctimas con cargo a los 600.000 euros que la empresa Arranz Acinas entregó en depósito de consignación del juzgado.
Los imputados están acusados como presuntos responsables de los delitos de homicidio imprudente, contra los derechos de los trabajadores y de lesiones imprudentes.
El accidente se produjo el día 13 de enero de 2005 en los bajos de un inmueble de viviendas de la calle Sauce que los empleados de Construcciones Arranz Acinas utilizaban como vestuario y almacén de maquinaria y combustible.
Una deflagración incendió el poliuretano del techo y su inhalación ocasionó la muerte ese mismo día de siete trabajadores y otros tres fallecieron en días sucesivos por las graves heridas que tenían.
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