Un trabajador murió y otro resultó herido leve en una obra de la calle Llull del barrio barcelonés de Poblenou al producirse ayer un desprendimiento de tierra en la zanja en la que trabajaban para instalar un tubo de recogida neumática de basuras.
El accidente se produjo hacia las 8.55 horas en el número 68 de la calle Llull, mientras los dos obreros, de origen marroquí, estaban en la cabeza de la zanja colocando puntales de entibamiento para evitar que el material se desplazara. Ambos operarios trabajaban detrás de una máquina retroexcavadora que iba avanzando la excavación, de unos 2,10 metros de profundidad y 1,20 de anchura.
En un momento dado, los obreros se encontraron con una veta de arena en una de las paredes de la zanja y, antes de que pudieran salir de la excavación, la tierra les cayó encima. Uno de los trabajadores, Ahmed B.A., de 22 años, recibió un fuerte impacto en la cabeza y falleció pocos minutos después, mientras que su compañero, Dadda M., de 34 años, quedó sepultado de cintura para abajo y resultó herido leve.
Los gritos de los otros operarios de la obra alertaron a los empleados de la empresa de lentes oftálmicas Tech-Lens, situada a pocos metros de la excavación, quienes acudieron al lugar para auxiliar al herido más grave, al que sus compañeros ya habían sacado de la zanja. Los trabajadores de Tech-Lens que socorrieron al joven, al que taparon con mantas, explicaron a Europa Press que, pese a que estaba inconsciente, tenía "pulso y respiraba". Por ello lamentaron el retraso de la ambulancia que, según testigos presenciales, tardó más de veinte minutos en llegar. Los servicios de emergencia trataron de reanimar al joven, pero fue imposible salvarle la vida. Su compañero fue trasladado al Hospital del Mar de Barcelona, donde se le practicaron pruebas complementarias, según informaron desde el propio centro. Fuentes sindicales explicaron a Europa Press que los dos operarios eran peones y que, al parecer, tenían la documentación en regla.
La empresa promotora de la obra de la calle Llull era la sociedad municipal 22@Barcelona, aunque los dos operarios trabajaban para la empresa Construcciones Hod Coch -con domicilio social en L"Hospitalet de Llobregat-, subcontratada por la UTE Six Constructors y Emcofa, adjudicataria de los trabajos.
El trabajador fallecido y su compañero participaban en las obras de urbanización e infraestructuras de la calle Llull, en concreto en el tramo que une las calles Zamora y Pamplona. El accidente tuvo lugar a tan sólo unos metros de la calle Almogàvers, donde el pasado 27 de julio murieron cinco obreros y otro resultó herido grave al desplomarse sobre ellos un antiguo muro de contención que no estaba apuntalado.
Los operarios fallecidos, dos españoles y tres pakistaníes, también estaban trabajando en una zanja, aunque, en este caso, para construir la galería de servicios por donde debía discurrir la instalación de las líneas eléctricas y de agua, gas y telecomunicaciones de todo el distrito tecnológico 22@.
EL AYUNTAMIENTO ABRE UNA INVESTIGACIÓN
Tras tener conocimiento del accidente, la sociedad 22@Barcelona y el distrito de Sant Martí abrieron un expediente informativo para aclarar las causas del siniestro, según informó el concejal de Seguridad y Movilidad, Ferran Julián.
Respecto al posible retraso de la ambulancia que atendió al joven, Julián señaló que el expediente también servirá para "determinar y analizar si el sistema operativo de asistencia ha funcionado correctamente".
El concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona aseguró que desconoce si la obra cumplía las medidas de seguridad y explicó que un desprendimiento de tierras puede deberse "al sistema constructivo de la propia zanja o a las características del propio suelo del punto del accidente".
CC.OO. DENUNCIA FALTA DE SEGURIDAD
Por su parte, el sindicato Comisiones Obreras de Cataluña (CC.OO.) denunció, tras desplazarse hasta el lugar del siniestro, que "no se estaban empleando las medidas de seguridad adecuadas para evitar el riesgo y, por consiguiente, el accidente".
Según fuentes del sindicato, lo "fundamental" hubiese sido evitar el riesgo de los operarios, pero, ya que no se estaban tomando las medidas técnicas precisas, "hubiera sido necesario que una persona entendida en composición de tierras supervisara los trabajos para poder tomar las decisiones adecuadas en caso de peligro".
Si esta persona hubiese estado presente en la obra, según CC.OO., es probable que hubiera detectado la veta de tierra que se desprendió y hubiera ordenado a los trabajadores que salieran de la zanja, optando por otro tipo de entibación que no implicara un riesgo para los operarios.
Por todo ello, el sindicato ha exigido a la Inspección de Trabajo "un estudio pormenorizado de las circunstancias" que han rodeado el accidente. Por su parte, la Asociación de Vecinos de Poblenou pidió que se aclaren las causas del accidente "para que hechos como este no se vuelvan a repetir" y reclamó que se establezcan las responsabilidades correspondientes.
La asociación recordó que hace medio año murieron cinco trabajadores en una obra del mismo barrio de la que "aún no se han averiguado las responsabilidades" y pidió que la inspección laboral de seguridad sea un objetivo "prioritario".
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