Los trabajadores tienen en su poder el parte de baja de la educadora a la que padecía síntomas de sarna, en el que se confirma el diagnóstico. En este sentido, denuncian que no se llevara a cabo ningún protocolo para evitar una epidemia, que no se informase si quiera al resto de la plantilla, ni se les hiciera ninguna revisión, y que tampoco se haya realizado una analítica específica masiva a todos los menores.
Aseguran que, con anterioridad al caso de la educadora, diagnosticado por su médico de cabecera el pasado 29 de diciembre, después de que la doctora de Valle Tabares lo descartara los días previos, se detectaron durante el último semestre de 2006 cuatro casos más en otros tantos menores del Módulo 5, según han podido saber. Denuncian que no se informara a las autoridades sanitarias siendo ésta una enfermedad de carácter epidemiológico y que sólo se presentara un inspector médico en el centro, tras dar el correspondiente aviso el médico que diagnosticó a la educadora.
En el caso de la empleada afectada, se dirigió "tres o cuatro veces" al consultorio médico de Valle Tabares, que descartó que sus síntomas sean de sarna. Casualmente, durante una visita con su hija a la consulta del pediatra, éste le advierte de que sí la padece y le prescribe un tratamiento inicial, recomendándole una consulta urgente con su médico de cabecera, que lleva a cabo al día siguiente, confirmándole el diagnóstico. Ese mismo día, la educadora advierte a la dirección del centro de la situación para que tomen las medidas pertinentes ante el riesgo de un posible brote epidemiológico, dado que la enfermedad tiene un periodo de incubación de "tres o cuatro semanas". Los trabajadores aseguran que "no nos consta ninguna actuación, ni revisión masiva a los menores ni los empleados, que ni siquiera estábamos informados".
Además, consideran insuficiente que la inspección médica realizada se limitara a "preguntarle a la doctora si había habido más casos, lo que ella negó, aunque nos consta que hay informes que lo confirman en el caso de cuatro menores". La situación se vio agravada por la coincidencia temporal de un problema de suministro que dejó al centro "prácticamente sin agua corriente durante ocho días". Pese a que la Consejería lo negó y limitó su versión del incidente a un día, los trabajadores aseguran que estuvieron "8 ó 9 días en los que sólo había agua corriente en 4 ó 5 periodos de unos 20 minutos cada día, que ni siquiera estaban preestablecidos". Esta situación ocasionaba que, cuando avisaban de que había agua, los menores tuvieran que interrumpir sus actividades para ir a ducharse, no dando tiempo a que se asearan más de "tres o cuatro de cada vez", por lo que durante estos días no pudieron asearse todos a diario.
El problema fue que la llave de paso que surte al centro desde dos grandes depósitos fue cerrada -aún no se sabe por quién- y éstos se vaciaron. Cuando se detectó, fue necesario cortar el suministro durante varios días, a excepción de los momentos puntuales señalados, para que se fueran llenando, "cuestión que se podía haber solucionado sin restricciones trayendo cubas". La situación fue que en todos esos días "no se podía limpiar el centro, ni tirar de las cisternas, el pozo séptico se reventó, inundando el cuarto de seguridad y la situación fue insostenible hasta que se normalizó, aún varios días después".
Los trabajadores de los centros de medidas aseguran que sólo hay dos médicos para atender a los 113 jóvenes de los dos de Tenerife
Critican que la consejera dijera en el Parlamento que cuatro facultativos prestan el servicio, cuando en Hierbabuena "no hay médico" más que dos días a la semana, dos horas cada uno, a pesar de haber dos chicas embarazadas y en Valle Tabares, una doctora "dobla turno". Además, confirman el diagnóstico de sarna de una educadora y critican que no se tomasen medidas
Un grupo de trabajadores del Centro de Menores con Medidas Judiciales de Valle Tabares, en La Laguna, ha denunciado, en declaraciones a ACN Press, que el servicio de asistencia y atención médica que presta la Consejería de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno de Canarias, a través de un contrato entre la Fundación Ideo y la empresa Alerta Médica, en éste y en su otra instalación de este tipo en Tenerife, Hierbabuena, en Güimar, cuenta en la actualidad con dos médicos para 113 jóvenes y los empleados de ambos. En este sentido, critican que la consejera del área, Marisa Zamora, dijera en el Pleno del Parlamento que el servicio se presta por "cuatro médicos, uno de ellos de urgencias durante las 24 horas".
La situación, según los empleados, es que hay una sola doctora para atender los dos turnos de consulta de Valle Tabares -con 105 menores y 250 personas en la plantilla-, que está cubriendo la asistencia médica desde las 8:00 a las 20:00 horas, a la vez que está localizada durante el resto del tiempo por si se presentan urgencias. Mientras, en Hierbabuena, donde se alojan ocho chicas, dos de ellas embarazadas, sólo hay presencia de otro facultativo dos días a la semana, dos horas en cada uno, de tal forma que consideran que "la mayor parte del tiempo no se les está prestando asistencia médica".
En cuanto a los servicios de enfermería, explican que son las mismas profesionales para los dos centros, que se desplazan entre uno y otro, y son cuatro, dos entre semana, y otras dos de fin de semana.
Los trabajadores "no se explican" cómo la Consejería no rescinde el contrato con la empresa, cuando se ha demostrado que no está dando el servicio acordado y después de que "quedara demostrado que había cometido la irregularidad de destinar a los centros a un médico sin papeles ni contrato legal". Recuerdan que los responsables del área se comprometieron públicamente a rescindir el contrato si se encontraba cualquier irregularidad y, "aún siendo cierto que no conocieran la situación, ahora que lo saben, tampoco hacen nada", por lo que se preguntan "¿qué está pasando?; ¿por qué sigue ahí Alerta Médica?"
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