La información fue obtenida tras una auditoria ordenada por la Inspección General del Departamento de Justicia.
En la mayoría de los casos la agencia no tenia constancia de que esos portátiles habían sido perdidos por sus agentes. Esto motivó que la propia agencia iniciará un trabajo de monitoreo de sus portátiles, lo que redujo las perdidas en los últimos meses.
Información reservada
Diez de los portátiles perdidos tenían datos confidenciales almacenados en sus HD. De estos, seis fueron perdidos por la división de contra inteligencia y uno por la de contra-terrorismo.
Ambos departamentos son los que manejan la información más sensible de la agencia.
La misma auditoria también revelo que la agencia había perdido en ese periodo 160 armas, entre ellas ocho rifles y seis subametralladoras. En el 59% de los casos, según la auditoria, las armas fueron robadas de los coches de los agentes.
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