El número de agresiones notificadas en 2006 al Colegio de Médicos de Valencia ascendió a 65, lo que supone 13 menos que en el año anterior cuando se comunicaron 78. En total, desde que se inició el registro en 2004 se han contabilizado ya más de 180 agresiones, según datos facilitados por esta institución. Al respecto, el presidente del Colegio Oficial de Médicos, Vicente Alapont, recordó que se asesora gratuitamente a los profesionales agredidos e incluso en los casos que se considere pertinente se llevan adelante las denuncias en los tribunales y subrayó al respecto que el 100 por cien de las sentencias fue a favor del médico agredido.
Así, de las 65 agresiones notificadas en 2006 fueron físicas 11 de ellas. Respecto al perfil del facultativo agredido, en 24 casos fueron a mujeres y en 31 a hombres, con una edad media de 42,5 años. Por su parte, en 28 casos el agresor fue el acompañante del paciente que visitaba al médico, que en 11 casos estaba en edad pediátrica; mientras que en los 37 casos restante el agresor fue el mismo paciente. Asimismo, se tiene constancia de que en ocho casos el agresor sufría una patología mental o era toxicómano.
Estas cifras suponen un descenso respecto a 2005 cuando se notificaron 78 agresiones, 12 de ellas físicas, aunque mayor que en 2004 cuando se registraron 50 agresiones, un 20 por ciento de ellas físicas. En estos dos años, el 60 por ciento de las agresiones fue a mujeres.
Alapont señaló al respecto que ante este incremento de los casos de violencia contra los facultativos en los últimos años el Colegio "realiza una defensa contundente y gratuita contra las agresiones sufridas por los médicos". "Estamos satisfechos con la confianza que los médicos valencianos han depositado en su Colegio pues desde que conocen el servicio y registro ha incrementado el número de los que acuden a informarse o notificar su caso", resaltó.
No obstante, matizó que "esta situación de agresividad en la que viven los médicos no es exclusiva" de esta profesión, sino que "está presente en la sociedad actual". "Por fortuna, en la mayoría de los actos médicos la relación entre médico y paciente es positiva y estos casos en los que se llega a la violencia física, amenazas o agresiones verbales o de cualquier tipo constituyen una excepción", remarcó.
Alapont explicó además que gracias al convenio firmado con la Conselleria de Sanitat el 25 de febrero de 2004 se puede tratar de forma personalizada las situaciones de agresión, colaborando conjuntamente en resolver aquellos casos individuales en los que se aconseja el cambio de centro de trabajo o incluso tomar medidas concretas en un lugar específico.
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