En concreto, el 57% de las muertes se produjeron por falta de medidas de seguridad en la protección de los de forjados, huecos de ascensores y tejados, mientras que uno de cada cuatro fallecimientos tuvo su origen en los atrapamientos. El resto de los siniestros mortales se debieron a golpes y atropellos de maquinaria y una de las muertes se produjo por descarga eléctrica.
Por edades, 11 de los 43 fallecidos en estos primeros compases del año tenían menos de 35 años, 19 tenían entre 35 y 45 años, 9 entre 45 y 60 años, y 4 de ellos superaban los 60 años.
El sindicato recordó que en el conjunto de 2006 perdieron la vida 299 trabajadores de la construcción en accidente laboral. Además, se registraron 2.969 siniestros graves y 252.368 de carácter leve.
Fecoma-CC.OO. destacó también que la siniestralidad "no entiende de nacionalidades", pues entre los fallecidos en su lugar de trabajo los hay de países tan dispares como Ecuador, Marruecos, Pakistán y Chile.
"Nadie puede cerrar los ojos ante tal despropósito, que desgraciadamente nos sigue dando la razón cuando decimos que la falta de seguridad es un problema estructural del sector por las condiciones que en el imperan: jornadas maratonianas, ritmos de trabajo a destajo y una fuerte implantación de la subcontratación en cadena", manifestó el secretario general de Fecoma-CC.OO., Fernando Serrano.
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