El trágico accidente en una obra de la Senda de Granada de Murcia, que se ha cobrado la vida de un obrero ecuatoriano y provocado heridas a dos compañeros suyos, ha vuelto a poner sobre la mesa el debate sobre la siniestralidad laboral en la Región. Los albañiles accidentados pertenecían a empresas diferentes, una de ellas una subcontrata. Los sindicatos denuncian que la temporalidad y la precariedad laboral vuelven, de nuevo, a aparecer junto a la cifra de muertos y heridos. La polémica se reabre una vez más, y a la luz de los datos, el problema parece lejos de estar solucionado.
El año pasado se produjeron 27.231 accidentes en el puesto de trabajo que conllevaron baja laboral, un 1,58 pro ciento más que en 2005, según datos de la Consejería de Trabajo. Hubo 33 muertos (uno menos que el año anterior), y 246 heridos graves. En términos porcentuales, sufrieron un siniestro 56,7 trabajadores murcianos de cada mil, lo que implica una caída del 4,8 por ciento respecto a 2005.
Este último dato permite a la administración defender que la evolución de la siniestralidad laboral en la Región es positiva, dentro de lo que cabe. 'Es cierto que el número total de accidentes aumentó un 1,58 por ciento en 2006, pero ese mismo año la población activa creció un 6,71 por ciento', explica el director del Instituto de Seguridad y Salud Laboral, Fernando Vélez.
Sin embargo, Murcia sufre hoy más siniestros que hace cinco años. Ha habido un descenso en 2003 y 2004, pero desde 2005 la estadística ha vuelto a subir sin que de momento haya encontrado freno. Es un dato incontestable, pero hay matizaciones. 'En todo ese tiempo la población trabajadora ha aumentado un 15 por ciento', y se ha pasado de 70,4 accidentes por cada 1.000 trabajadores a 56,7, defiende Fernando Vélez. Un optimismo en el que coincide la patronal. 'Hemos roto con la tendencia según la cual a mayor crecimiento económico y del mercado laboral hay necesariamente más siniestralidad', argumenta Rosalía Sánchez, directora de Relaciones Laborales de Croem.
Mientras, para los sindicatos no hay ningún motivo de celebración. Más bien todo lo contrario. 'Después de cinco años de trabajo, de planes y programas, no hemos conseguido reducir el número de accidentes, que siguen aumentado; es evidente que algo está fallando', resume José Cánovas, secretario de Acción Sindical de Comisiones Obreras. Puede que la estadística se haya mantenido en este tiempo, pero ese resultado es, para los representantes de los trabajadores, muy raquítico. La culpa de este fracaso es, para Cánovas, de la 'temporalidad, que alcanza un 41 por ciento en la Región'.
También de la práctica de la subcontratación. En definitiva, de la precariedad laboral. Un dato sustenta esta tesis: el 57,7 por ciento de los accidentados lleva menos de un año en la empresa. En el caso del sector de la construcción, el 83 por ciento de los muertos y heridos tiene un contrato laboral. En la agricultura, el porcentaje se queda en el 64 por ciento.
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