El oficio de bombero es el más peligroso para el corazón en Estados Unidos, según un estudio publicado el miércoles, el cual concluye que el 45% de las muertes ocurridas en el ejercicio de sus misiones, a menudo aventuradas, se deben a un accidente cardiovascular.
"El riesgo de morir de una enfermedad cardiovascular es definitivamente más elevado durante las misiones de extinción de incendios y de respuesta a alarmas al fuego, así como durante algunas actividades de entrenamiento físico", explica el profesor Stefanos Kales, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard (Massachusetts, noreste) y principal autor del estudio.
En comparación, el porcentaje de muertes debidas a una crisis cardíaca es mucho menor en otros lugares de trabajo: 22% en los policías, 11% en el personal de emergencia de los hospitales y 15% en las demás profesiones en general, destaca esta investigación publicada en el New England Journal of Medicine del 22 de marzo.
Los investigadores analizaron estadísticas nacionales de muertes de bomberos ocurridas durante el ejercicio de sus misiones entre 1994 y 2004 en Estados Unidos, y sin tener en cuenta los fallecimientos ocurridos en los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
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