En algunos polígonos, los accidentes en los trayectos casa-trabajo o viceversa suponen hasta un 95% de los siniestros laborales.
Dormir poco, descansar mal y estar sometido a la presión que supone tener que presentarse en el puesto de trabajo a una hora determinada pasa factura a los empleados que acuden a su empresa conduciendo su propio vehículo. Un 45 por ciento de los accidentes mortales de circulación relacionados con la actividad laboral se registran por la mañana, cuando el trabajador se dirige a su empleo. La otra mitad se produce, casi a partes iguales, bien a lo largo de la jornada laboral, bien cuando vuelve del trabajo a casa.
El director general de Tráfico, Pere Navarro, apuntó como explicación del fenómeno que "en este país se duerme poco y mal, y cuando uno va a trabajar va tenso ya que sabe que tiene que entrar a una hora determinada, que no puede retrasarse y que, en muchos casos, le espera una reunión inaplazable. Todas estas circunstancias no se dan al regresar a casa. Aunque uno al volver a casa esté cansado por el esfuerzo realizado, no tiene la misma tensión. No está sometido a estas exigencias. Y conduce más relajadamente".
Navarro adelantó, sin embargo, que esta visión es, en realidad, una hipótesis "plausible, ya que no disponemos aún de estudios técnicos que lo confirmen. Pero hasta ahora nos parece la explicación más verosímil".
Las manifestaciones del director general de Tráfico se produjeron durante la jornada sobre seguridad vial organizada ayer por la Fundación Mutua Universal. El director de esta entidad, Jordi Rabassó, dio a conocer un estudio según el cual los accidentes in itinere (es decir, aquéllos que se producen a la ida o al regreso del trabajo) registrados el año pasado en España fueron 95.630, es decir, una media de 262 cada día. Uno de esos accidentes diarios, según la estadística, se salda con una víctima mortal.
Aquella cifra global supera la del 2005 en casi 5.000 accidentes y en 11.000 la del 2004. La estadística de esta fundación pone de manifiesto que, de hecho, este problema viene creciendo de forma hasta ahora imparable desde el 2001 (con 77.606 accidentes). Una tónica que también se da en Catalunya, aunque de forma ligeramente más negativa: de los 202 trabajadores que perdieron la vida a lo largo de la jornada laboral, 59 murieron durante el trayecto de ida o regreso del puesto de trabajo. Es decir, un 29,2 por ciento del total, un porcentaje que, en el caso de toda España, es sensiblemente más bajo: un 27,8%.
La tendencia de los accidentes de tráfico vinculados al trabajo es totalmente diferente a la de la siniestralidad laboral en su conjunto. Mientras esta última va a la baja (de 7.355 accidente en el 2001 se pasó a 6.011 en el 2005), en la circulación, como se ha señalado anteriormente, crece tanto en el conjunto del Estado como en Catalunya.
No obstante, existen otros factores, al margen del cansancio y el estrés laboral, que también repercuten en este problema. El estudio de la Fundación Mutua Universal atribuye un peso decisivo a la construcción, cada vez en mayor medida, de polígonos industriales en áreas sin transporte público. En el caso de Barcelona, cita los de la Zona Franca, Granollers, eje Congost y Rubí, cuyos trabajadores, en su inmensa mayoría, se desplazan en vehículo privado. "Los polígonos industriales del eje Congost y Rubí, en los que los accidentes in itinere representan el 95% y el 86%, respectivamente, de los accidentes laborales, son ejemplos de dicha siniestralidad. Estos accidentes, concluye el estudio, suponen, en consecuencia, un mayor número de días de baja que el resto de lod accidentes laborales y repercuten de forma más acusada en las empresas".
Para paliar las consecuencias negativas de este problema, la gundación propone crear "la figura del gestor de movilidad en cada polígono", compartir vehículo y la elaboración, obligatoria para las empresas con más de 100 trabajadores en su plantilla, de un plan de gestión de la movilidad.
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