La migraña es una enfermedad "incapacitante" que tiene "un notable impacto en la vida personal y laboral" y llega a un porcentaje alto de mujeres (74,4) y menores de 65 años (79), según se desprende de las respuestas de 3.300 médicos de Atención Primaria de Salud en el Estudio de Base del Programa PALM.
La investigación que ha recabado información sobre la influencia que la dolencia con una preponderancia de un 12 por ciento en España, tiene en lo social, laboral y personal, muestra un impacto de 4 puntos (de 1 a 5) en relación a la pérdida de productividad, de 3,9 con respecto al ausentismo laboral y vida social, y de 3,7 en cuanto a la vida familiar.
En relación al porcentaje de pacientes atendidos por cefaleas, sobre el total de consultas, los médicos han adjudicado un 9 por ciento y un 4,5 por ciento al pedido de asesoramiento por migrañas, de los cuales un 12 por ciento la padecían de forma "intensa o grave".
En cuanto a los propios pacientes, el estudio releva por qué medios llegan a la consulta (73,9 por ciento lo hace por propia iniciativa y un 15,3 por una derivación de un médico de urgencias) y qué los motiva a hacerlo. Entre éstos, remarcan la "falta de eficacia del tratamiento previo, incremento en la severidad, frecuencia, o características de la cefalea".
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO.
Los especialistas consideran que el ámbito de atención "más idóneo" para asesorarse y tratar el mal, es el de la Atención Primaria. Luego, el 32,5 por ciento de los casos "son derivados por los médicos de AP al neurólogo" para "confirmar el diagnóstico" y por petición del paciente con migraña.
El tiempo que cada uno de los especialistas de atención primaria dedica a cada caso antes de diagnosticar, es una media de 13,3 minutos y los criterios aplicados son los de la Internacional Headache Society (IHS).
A su vez, los profesionales aseguran que los tratamiento que aplican con mayor frecuencia son los AINEs y los triptanes. Por eficacia y rapidez, los fármacos obtienen mejor puntuación para los médicos de Atención Primaria.
El estudio, que consistió en una encuesta transversal retrospectiva realizada entre abril y julio del 2006 en España , estuvo a cargo de Merck Sharp & Dohme de España.
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