Bruselas cree que la competencia aún no funciona en materia de telecomunicaciones, por lo que propondrá nuevas reformas a partir del verano. Así lo anunció la comisaria europea Viviane Reding, al presentar el duodécimo informe sobre el sector en la UE. En cuanto a España, el informe muestra que, pese a que en el último año el número de líneas de banda ancha se incrementó en un millón, aumentó la brecha digital respecto a la UE y la tasa de penetración frente a la media europea se duplica de 0,9 a 1,8 puntos. Las tarifas móviles españolas siguen estando entre las más caras de la UE.
El sector de las telecomunicaciones europeo registró el año pasado unos ingresos de 290.000 millones de euros, tras un crecimiento moderado de sólo el 2,3%. El segmento de la banda ancha es el que registró un mayor dinamismo, con unos ingresos de 58.500 millones de euros, lo que significó un crecimiento de entre el 7,8% y el 8,5%, según las distintas fuentes, compensando el declive de los ingresos de los servicios de voz.
El número de líneas de banda ancha instaladas hasta octubre del año pasado en la UE ascendió a 73 millones, 20 millones más que el ejercicio anterior. La tasa de penetración se situó en el 15,7% de la población, frente al 11,4% de hace un año. Holanda (29,4%) y Dinamarca (29,4%) ostentan los índices de penetración más altos del mundo, superando a Corea del Sur (26,4%), Suiza (26,2%), Estados Unidos (19,2%) y Japón (19%).
España registró también un importante crecimiento el año pasado al pasar del 10,5% de 2005 al 13,88%, por debajo de la media de los Veintisiete (15,7%). España cuenta ya con seis millones de líneas de banda ancha, principalmente de ADSL. Sin embargo, la brecha de penetración se duplica al pasar la diferencia con la media europea de 0,9 a 1,8 puntos porcentuales.
En telefonía fija, la cuota de mercado de los operadores tradicionales sigue retrocediendo a causa de la competencia y representa el 65,8% de la media europea. En España, el porcentaje de abonados de compañías distintas de Telefónica pasó del 12,3% en 2005 al 13,9% en octubre de 2006.
El informe no detalla las causas del retraso digital español, pero se hace eco de la explicación de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones según la cual "los precios minoristas de la banda ancha en España son particularmente más altos que la media europea, lo cual podría explicar el bajo nivel de penetración".
Respecto a la telefonía móvil, el informe de la UE sigue incluyendo a las compañías de móviles españolas entre las más caras de Europa, en particular, entre los usuarios que más usan el móvil. Así, en la cesta de más alto consumo, el Contrato Empresas Tramos Horarios Módulo de Movistar y el Contrato Autónomos 10 de Vodafone aparecen en sexto y séptimo lugar, entre las más caras de Europa, con 63,87 y 63,33 euros por mes, respectivamente. En la cesta de los usuarios con consumo medio, vuelven a aparecer estos mismos contratos de Movistar y Vodafone, pero en el puesto noveno y décimo, respectivamente, con 33,45 y 33,26 euros.
Las tarifas móviles españolas salen mejor paradas en el caso de consumos bajos, ya que entre los planes más caros aparece en el puesto 17 el Contrato Vitamina Mensajes al 50% de Vodafone (17,81 euros por mes) y en el puesto 19 el contrato Empresas Tramos Horarios de Movistar (16,34 euros).
Pero este panorama pintado por la UE no concuerda con la percepción de las operadoras españolas. Vodafone España hizo público ayer un informe de la consultora Analysis Reseach que concluye que los usuarios españoles de telefonía móvil pagan de media 19 céntimos por minuto, por debajo de la media europea de 22 céntimos por minuto.
Para explicar la discrepancia entre ambos informes, Santiago Moreno, director de Relaciones Institucionales de Vodafone España, afirmó que la metodología utilizada por la UE, con datos "no reales ni auditados", perjudica especialmente a España porque ignora aspectos esenciales como las promociones que realizan las operadoras, las tarifas por afinidad o la subvención de terminales móviles, mientras que favorece a los países del norte de Europa.
En Bruselas, la comisaria de Telecomunicaciones de la UE, Viviane Reding, destacó la mejora del sector en el último año "tanto por la tendencia a la baja de las tarifas como por la mejora de los servicios que se han registrado desde entonces". El precio de la llamada nacional de tres minutos en telefonía fija ha descendido desde los 41,8 céntimos de euro en 2000 a los 25 céntimos actuales. En telefonía móvil nacional la bajada media de las tarifas en un año ha sido del 13,9%.
Bruselas considera, sin embargo, que no es suficiente y que hacen falta más reformas. Por un lado, propondrá crear un regulador europeo que no sustituirá a los reguladores nacionales, sino que garantizará que apliquen de la misma manera la normativa comunitaria. Por otro lado, propondrá como opción la separación funcional entre la gestión de redes y la prestación de servicios en las compañías de telecomunicaciones, siguiendo el modelo del Reino Unido.
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