Los caramelos y los chicles ayudan a calmar la ansiedad y superar el estado de estrés transitorio, según un estudio realizado por el departamento de Psicología Clínica del Instituto de Psicoterapia e Investigación Psicosomática de Madrid.
La investigación basada en una muestra de 120 personas de entre 17 y 66 años, revela que esas golosinas tienen un "efecto activador" que ayuda en los procesos atencionales y en la resolución de problemas cotidianos generados por las situaciones de tensión y angustia.
Los caramelos, según la Asociación Española de Psicoterapia, colaboran porque en esas circunstancias los sujetos "explicitan una necesidad de tener algo en la boca", algo análogo "a lo que sucede con los niños pequeños con el chupete". En tanto los chicles promueven la atención debido "al aumento de la conductancia, ya que implica un mayor nivel de activación".
La institución recuerda que el entorno de trabajo se ha convertido en el escenario que presenta "mayores índices de ansiedad y estrés". En España "casi un 30 por ciento de la población laboral activa sufre frecuentemente situaciones de estrés en su ámbito laboral", cuestión que provoca, entre otras, una disminución de la productividad de los empleados. "La ansiedad y el estrés producen pérdida de concentración, pensamientos intrusivos, problemas en la memoria y una disminución en el rendimiento de las personas que los padecen", por lo cual la institución recuerda que "las vacaciones de Semana Santa son un buen momento para desconectarse del entorno laboral y enfrentar el segundo trimestre del año de forma más activa y optimista".
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