El presidente de la Comisión Ejecutiva Confederal de USO, Manuel Zaguirre, afirmó ayer en Logroño que 'la siniestralidad laboral en España se empieza a catalogar con el concepto de masacre laboral'.
Zaguirre, que participó en los actos organizados por el sindicato con motivo del Día Internacional de la Seguridad y Salud Laboral el próximo sábado, dijo que 'no hay nada que celebrar en el sentido jocoso y del jolgorio' en torno a esta efeméride y el Primero de Mayo, Día Internacional del Trabajo.
El dirigente sindical añadió en conferencia de prensa que un país como España, considerada la octava o novena potencia económica del mundo, registra casi 1.500 víctimas anuales debido a la siniestralidad laboral y más de un millón de accidentes laborales.
Estos datos, según precisó, reflejan que 'estamos ante un fenómeno que está más próximo a la masacre de las carreteras que a un mero hecho incidental o una mera anécdota sociolaboral'.
Añadió que 'no hay parangón en Europa y habría que remitirse a países muy empobrecidos, para equiparar la tasa de mortalidad laboral que se da en España'.
'Esto es algo muy de fondo que no podemos ventilarnos con una efemérides', puntualizó Zaguirre, quien cree que hay que atajar 'con valentía' las causas de la siniestralidad laboral.
También dijo que un 36 por ciento de la población activa española trabaja en términos de trabajo 'indecente'.
Puntualizó que los términos 'trabajo decente' (estable, bien remunerado) y 'trabajo indecente' (precario, con contratos basura) proceden de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Zaguirre aseguró que 'sería un milagro que no hubiera estas tasas de siniestralidad y mortalidad laboral en España, con un 36 por ciento de la población activa trabajando en términos precarios, especialmente en sectores motrices de la economía, como construcción y otros, sometida a presiones de competitividad brutales'.
Zaguirre también hizo un llamamiento a la unidad sindical para 'no agitar más' las reformas laborales, porque cada reforma es 'peor que la anterior'.
Las últimas reformas laborales, precisó, han provocado 'un despido libre casi gratuito'.
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