Anualmente se pierden en la Unión Europea 150 millones de días laborables como consecuencia de los accidentes de trabajo (unos cuatro millones) que se registran y que suponen unas pérdidas económicas de aproximadamente mil millones de euros, recordó ayer la UGT.
En un comunicado con motivo de la celebración el próximo 28 de abril del Día Internacional de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, UGT recuerda a las empresas su responsabilidad en la prevención de accidentes.
Al respecto, asegura que el 82% de los accidentes laborales y el 90% de los mortales afectan a pequeñas y medianas empresas.
Esos accidentes y enfermedades relacionadas con el trabajo generan descenso de la competitividad, jubilaciones anticipadas -la vida laboral del que los sufre se reduce en cinco años-, absentismo, desempleo y un empobrecimiento de los hogares -si el trabajador sufre una lesión se merman considerablemente los ingresos-.
Para denunciar esta situación, UGT y CCOO reclamarán el próximo 28 de abril "Puestos de trabajo seguros y saludables. Hagamos realidad un buen empleo".
En esa jornada, los sindicatos recordarán a los más de dos millones de trabajadores que fallecen cada año, los más de 1,2 millones que resultan lesionados y los más de 160 millones que enferman debido a las malas condiciones de trabajo y a la falta de medidas preventivas.
Sin embargo, los actos conjuntos por todo el territorio nacional se vienen celebrando desde el pasado 11 de abril y se extenderán hasta el próximo 4 de mayo.
En España, en 2006 murieron en accidente laboral 966 personas, 24 menos que en 2005, cifra que para CCOO y UGT resulta intolerable.
Entre enero y febrero de este año, ya han muerto 211 trabajadores, 156 en su puesto de trabajo y 55 "in itínere" ("en el camino de casa al empleo y viceversa)".
Pero no se trata sólo de recordar a los fallecidos el próximo día 28, también es para luchar por los vivos, reivindicando la mejora de las condiciones de trabajo, exigiendo políticas preventivas serias y eficaces a las administraciones públicas y a los empresarios, destacan ambos sindicatos.
También se trata de plantear a las mutuas y a las entidades preventivas "más compromiso y rigor" con la salud de los trabajadores, precisan.
En el año 2005, se declararon en España 30.030 enfermedades profesionales, de las que sólo 331 fueron causadas por agentes químicos, mientras que en 2006 fueron algo más de 21.000.
Esa cifra para los sindicatos no se corresponde con el número de trabajadores expuestos a cancerígenos laborales, lo que pone de manifiesto un "claro problema de infradeclaración".
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