Enfermedades pulmonares letales como la neumoconiosis amenazan cada año con una muerte lenta a miles de mineros del sector del carbón chino, el más peligroso del mundo con un 80 por ciento de las muertes del sector mundial (unas 6.000 anuales).
Según informa la agencia oficial Xinhua, la neumoconiosis o enfermedad del pulmón negro supuso el año pasado un 76 por ciento del total de 11.000 casos de enfermedades laborales registradas en China (excluyendo la provincia minera de Shaanxi y Tíbet) y se registra principalmente en el sector del carbón y del cemento.
Pero la cifra real es superior a la oficial, ya que según el centro de Control y Prevención de Enfermedades el cómputo sólo incluye a un 10 por ciento de las empresas del país asiático.
'La proporción de casos de neumoconiosis fue 1,44 puntos porcentuales superior a la de 2005 y el periodo de latencia de la enfermedad fue más corto', señaló Su Zhi, funcionario del Ministerio de Sanidad.
Desde la década de los cincuenta China ha registrado un total de 677.000 casos de enfermedades ocupacionales, de las que más de un 90 por ciento fueron provocadas por neumoconiosis.
Esta enfermedad mortal se produce por la inhalación prolongada de polvo de carbón y puede tardar décadas en manifestarse, aunque en un 23 por ciento de los casos en China su periodo de latencia es ya inferior a diez años.
La mayoría de los trabajadores afectados en el mundo tienen más de 50 años, pero en China se registraron el año pasado 621 casos entre menores de 18 años.
Los sectores más afectados son el del carbón, el cemento, explotaciones de metales no ferrosos y el de la construcción, pero el Ministerio ha instado este año a reforzar la supervisión también en el farmacéutico y en el de la producción de pesticidas para incluir a millones de trabajadores inmigrantes de estos sectores en la cobertura sanitaria.
Además de las enfermedades pulmonares, el sector del carbón registra también envenenamientos agudos causados por el monóxido de carbón y el sulfuro de hidrógeno, así como intoxicaciones crónicas por plomo y benceno, frecuentes en las industrias metalúrgicas, electrónicas y mecánicas.
Las empresas medianas y pequeñas, que suponen más del 90 por ciento del total, no están incluidas en las estadísticas oficiales sobre enfermedades laborales, así como tampoco los trabajadores rurales ni a los 200 millones de obreros inmigrantes que trabajan en las ciudades procedentes del campo chino.
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