La acción formativa en la empresa basada en la conjugación del uso de diversos canales implica un ahorro de costes, a la vez que aporta flexibilidad, movilidad y eficacia. Antonio Peñalver, socio de Psicosoft, consultora de formación y desarrollo de Recursos Humanos, considera que este tipo de aprendizaje, denominado blended learning, es la fórmula magistral para maximizar la eficiencia.
Asimismo, opina que las distintas actividades formativas deben ser diseñadas aprovechando la totalidad de los canales disponibles, utilizando criterios como la velocidad de respuesta, costes, efectividad o satisfacción del cliente.
‘E-learning’
Las posibilidades que brinda Internet al desarrollo empresarial alcanzan, como es sabido, al ámbito de la formación dentro de la misma. Peñalver destaca que es ventajosa la acción formativa a través de la Red, debido a que permite un aprovechamiento y seguimiento “tanto durante como después de la misma”.
El e-learning, método que nació en EEUU, cada vez está más arraigado en las compañías, al ser conscientes de los beneficios que proporciona. No obstante, a pesar de ser un canal importante, “el e-learning no representa más del 30% de la formacion empresarial”, señala Peñalver.
Algunas de las grandes ventajas de este sistema formativo en la empresa son la posibilidad de tener tutorías online, foros, biblioteca virtual, etcétera. Además, el e-learning facilita notoriamente el proceso de seguimiento y evaluación del empleado.
Entendido Internet como un potente soporte telemático, global y versátil, a través del cual se transmite información, se comunica y se interactúa, resulta una perfecta plataforma para la formación de los empleados y, por ello, éste es uno de los sectores que más ha crecido en los últimos años y más expectativas está creando.
Sin embargo, el experto consultor de Psicosoft, recomienda, que el resto de los métodos no caigan en el olvido cuando se confecciona el plan de formación. El blended learning, al integrar todos los canales, tiene en cuenta el contacto personal que se produce con la formación presencial, que en determinados casos, debido a dinámicas difícilmente virtualizables, es la única acción formativa que tiene cabida. El blended learning está pensado para transformar la función de formación y desarrollo de capital humano y, según augura Peñalver, con el tiempo “pasará de moda”, aunque, hoy por hoy, sea recomendable.
Según Peñalver, el foco de atención en la integración de canales se suele centrar en el diseño e impartición de la formación, pasando por alto la detección de necesidades de formación, la consultoría, el márketing o la evaluación.
Por todo ello, y para que las nuevas tecnologías no se conviertan en una amenaza más que en una oportunidad, la combinación de los canales tradicionales con los nuevos se convierten en esenciales para una máxima rentabilidad del plan formativo de la empresa.
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