Casi 1.700 trabajadores mueren al año en el la Comunidad Valenciana por enfermedades relacionadas con su trabajo, según un estudio presentado por la delegación valenciana de CCOO, que indica que el mayor número de fallecimientos de origen laboral se relacionaría con tumores y enfermedades cardiovasculares. Un 83,4 % de las enfermedades laborales no están registradas en las estadísticas oficiales.
La investigación, realizada por el Instituto Sindical de Ambiente y Salud (ISTAS) -Fundación de CCOO-, se ha centrado en el impacto de las enfermedades profesionales de origen laboral en esta Comunidad Autónoma en 2004 con el objetivo de calcular la frecuencia aproximada de las enfermedades laborales en ese año en términos de mortalidad, incidencia y prevalencia.
Entre las conclusiones se encuentra el hecho de que en España "se reconoce de forma generalizada que el sistema oficial de registro de enfermedades profesionales infravalora en gran medida el verdadero impacto de las enfermedades relacionadas con el trabajo".
Asimismo, se señala que según los datos del Sistema Oficial de Registro de Enfermedades Profesionales, en la Comunidad Valenciana en el año 2004 se declararon 1.308 enfermedades profesionales, de las cuales el 99% fueron sin baja o leves. Así, en ese año fallecieron en esta CCAA alrededor de 1.463 hombres y 227 mujeres como consecuencia de enfermedades debidas a exposiciones ocurridas en sus lugares de trabajo.
La mayoría de estas muertes -cerca de 860 en los hombres, 82 en las mujeres- se debieron a tumores malignos, seguidos por enfermedades cardiovasculares -respectivamente en hombres y mujeres, cerca de 352 y de 72 muertes estimadas-.
Según la investigación, cada año se producen en este territorio una cifra de 7.871 nuevos casos de enfermedades de origen laboral. Por orden de frecuencia, éstas son mayoritariamente osteomusculares -cerca de 2.756 casos nuevos al año-, enfermedades de la piel -alrededor de 1.118 casos- y pérdidas auditivas -alrededor de 1.008 casos-. Además, se producen casi 735 alteraciones mentales relacionadas con razones laborales y algo más de 515 tumores malignos de origen laboral.
De esta forma, en 2004, hubo en el País Valenciano más de 181.000 trabajadores afectados por algún problema de salud relacionado con su trabajo (excluyendo lesiones por accidente de trabajo). De ellos, prácticamente la mitad (algo más de 92.842) son hombres y el resto (casi 88.463) mujeres. En términos relativos, el 8,5% de los trabajadores y el 12,6% de las trabajadoras sufren alguna dolencia como consecuencia de su trabajo.
PROBLEMA POLITICO Y SOCIAL
Entre las valoraciones del estudio destaca la idea de que en la sociedad actual "ya se ha reconocido que la relación entre condiciones de trabajo y pérdida de salud es un problema político, social, y de salud de unas dimensiones enormes".
El estudio evidencia además que la dimensión de las enfermedades provocadas por el trabajo es muy superior a la de los accidentes de trabajo. A juicio de sus autores, "cuando hablamos de siniestralidad laboral -enfermedad y accidente provocados por el trabajo- estamos hablando de uno de los problemas fundamentales de salud de nuestra sociedad". Los accidentes de trabajo son sólo "la punta del iceberg", afirma el sindicato.
Según CCOO, estos datos "ponen en evidencia que el sistema de declaración de enfermedades profesionales no es eficaz, ni eficiente" y es además un problema con consecuencias colectivas, porque "todo aquello que no se declara queda invisible y no se actúa sobre ello".
Los riesgos más prevalentes son los relacionados con la exposición a químicos, riesgos ergonómicos y riesgos psicosociales. "Y desgraciadamente, las políticas y acciones de prevención infravaloran y no tienen en cuenta estos riesgos", señala CCOO.
Como recomendaciones, el sindicato se refiere a la necesidad de mejorar el sistema de declaración de enfermedades profesionales con la normativa aprobada recientemente a fin de identificar las patologías laborales, cambiando la práctica habitual de no reconocimiento de la patología laboral y la derivación sistemática al sistema público de salud como una patología común.
Además, las políticas y acciones de prevención en las empresas "han de dar respuesta a la totalidad de los riesgos": además de los riesgos relacionados con la seguridad, es necesario actuar sobre los riesgos higiénicos -exposición al riesgo químico y al ruido-, a los riesgos ergonómicos y a los riesgos relacionados con la organización del trabajo.
Esta idea está estrechamente relacionado con el objetivo de incidir sobre la calidad de la prevención para conseguir que esta tenga un impacto real sobre las condiciones del trabajo y salud, y actuar sobre la organización del trabajo garantizando la participación sindical.
Finalmente, -añade- las políticas de vigilancia y control de la Administración pública "deben garantizar la intervención sobre los riesgos y los daños relacionados con las enfermedades profesionales".
"Es necesario investigar e intervenir sobre el conjunto de enfermedades laborales, una vez más, para garantizar los derechos individuales y para mejorar las condiciones de trabajo con el fin de intervenir en la prevención colectiva", concluye el estudio.
Cargando ...
Los comentarios están cerrados.