Estudiar está dejando de ser sinónimo de altos ingresos. Al menos en España. Lo dicen los últimos estudios de la OCDE, la entidad que agrupa a las principales economías del mundo. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, España es el país del mundo industrializado en el que más se ha deteriorado la ‘prima’ que suelen cobrar los empleados por el hecho de haber finalizado los estudios universitarios.
La teoría económica acepta como probado que los altos niveles educativos tienen una doble ‘recompensa’ debido a la mayor productividad que generan en el sistema económico: mayores salarios y menor desempleo. La Encuesta de Condiciones de Vida, de hecho, señala que las personas con estudios superiores perciben los mayores salarios brutos por hora, superando en un 33,5% al salario medio del total de adultos. Esta diferencia, incluso, se acentúa en el caso de los hombres con estudios superiores, cuyos salarios por hora son un 44,4% mayores que la media. El paro, de la misma manera, es sensiblemente inferior. Un 6% entre los universitarios y un 10,1% entre los trabajadores que no han superado los estudios primarios.
El informe -del que se ha hecho eco el Servicio de Estudios de la Caixa- se refiere al periodo 1997-2004, y pone de relieve que a lo largo de esos años “la prima de ingresos por estudios universitarios se ha reducido de forma notable”, asegura la caja de ahorros catalana. Por el contrario, en otros países de la OCDE ha sucedido todo lo contrario.
Esto quiere decir que las distancias salariales fuera de España entre quienes han estudiado y quienes no lo han hecho han aumentado, lo que pone de manifiesto que el saber tiene una recompensa económica. En España, sin embargo, dice la Caixa de una forma extremadamente contundente, “no sólo ha disminuido el incentivo a estudiar una carrera, sino también el incentivo a continuar los estudios más allá del primer ciclo de secundaria”.
La pregunta que se hacen los economistas de la entidad financiera es la siguiente: “¿Por qué en países como Corea o EEUU un título universitario se valora hoy más que ayer y en España sucede lo contrario?”
Y la respuesta es obvia. El diferencial entre los ingresos de los trabajadores de mayor cualificación y los de menor formación viene a ser el valor que da el mercado a un título universitario. A medida que se estrecha ese diferencial, el valor se reduce, lo que lisa y llanamente significa que no compensa pasarse muchos años estudiando cuando las distancias salariales son escasas. Las estadísticas oficiales no dejan lugar a dudas.
En las estadísticas de la OCDE aparecen por detrás de España tres países nórdicos (Finlandia, Dinamarca y Suecia), pero en este caso por una doble razón. Las diferencias salariales son más pequeñas en esos países por el alto grado de centralización de la negociación colectiva y, por otro, por el hecho de que la formación no descansa de manera casi exclusiva en la Universidad, como sucede en España. Bélgica es el único país de la OCDE que está en condiciones similares.
Para el caso español, la Caixa entiende que la disminución del diferencial de ingresos favorable a los trabajadores con mayor nivel de estudios obedece a dos razones. Por un lado, a un aumento en la oferta de empleados de mayor cualificación. Y por otro, y en sentido contrario, a la caída de la demanda de ese tipo de puestos de trabajo. De la misma forma, también puede influir, al menos en el plano teórico, el hecho de que una subida del salario mínimo para los trabajadores con menor formación estreche el diferencial, algo que desde luego no ha sucedido en el periodo analizado, toda vez que entre 1997 y 2004 el SMI ha subido por debajo de la inflación.
Hay que tener en cuenta que la oferta de titulados universitarios ha aumentado de forma considerable. En 1997, la proporción de la población española entre 25 y 64 años que contaba con estudios universitarios era del 19%, un punto por debajo de la OCDE, pero es que en 2004 ya se situaba un punto por encima de la media. Por lo tanto, dice la Caixa, el aumento de la oferta de universitarios puede explicar el deterioro en su remuneración relativa.
Lo más curioso, sin embargo, es que este proceso de reducción del diferencial de ingresos entre empleados cualificados y no cualificados se ha producido en un contexto de mayor demanda de puestos de trabajo de alta formación, en coherencia con los avances tecnológicos que se han producido en el periodo. Este proceso, no ha sucedido en España, al menos en la cantidad suficiente, donde “este aumento de la demanda no ha podido compensar el crecimiento de la oferta de universitarios”. La Caixa da dos argumentos: un limitado crecimiento en el uso de las nuevas tecnologías y una especialización del modelo económico basada en la construcción y el turismo, lo que desincentiva la contratación de empleos de mayor cualificación.
En resumidas cuentas, dice la Caixa, ya sea porque la demanda no ha aumentado lo suficiente como para absorber el aumento de la oferta, o porque la calidad de la educación no está a la altura, “el resultado es que hoy estudiar rinde menos que ayer”.
Su receta no deja lugar a dudas: “Es urgente reequilibrar los incentivos a educarse, pues en caso contrario, dicen los economistas de la Caixa, nuestros jóvenes ni vivirán para estudiar ni estudiarán para vivir mejor”, haciendo un juego de palabras con el deseo del filósofo inglés Francis Bacon, para quien el ideal era vivir para estudiar y no estudiar para vivir.
http://www.cotizalia.com/cache/2007/05/08/9_espana_donde_menos_compensa_universidad_ganar.html
Los comentarios están cerrados.