La conciliación de la vida laboral y personal pasa por la búsqueda de nuevas alternativas en el trabajo. La implantación de la videoconferencia puede ser una opción real para las empresas de cara a obtener un mayor equilibrio entre la vida laboral y familiar de los empleados, según Tandberg, líder mundial en soluciones de videoconferencia. Al aunar las comunicaciones de vídeo y voz en tiempo real, la videoconferencia abre interesantes expectativas para diferentes organizaciones.
Entre las numerosas ventajas que proporcionan las soluciones de videoconferencia, está la del teletrabajo, la reducción de gastos derivados de viajes y desplazamientos, la eliminación de tiempos muertos, el incremento de la productividad de los usuarios o el aumento de las posibilidades en los procesos colaborativos. Al mismo tiempo la videoconferencia facilita la relación entre miembros de grupos de trabajo dispersos y mejora la imagen corporativa de la empresa, tanto a nivel interno como externo.
“Indudablemente el fomento de la cultura de teletrabajo es una de las medidas de conciliación”, declara Alberto Fernández, Director General de Tandberg España. “Como ventaja añadida, la videoconferencia resuelve las carencias que plantea el teletrabajo clásico, como el aislamiento. Los equipos de comunicaciones de vídeo y voz en tiempo real permiten recrear el ambiente y entorno de trabajo de la oficina, haciendo posible contacto visual con los compañeros además de una comunicación más fluida”, añade el directivo de la compañía.
Junto a estar en consonancia con las actuales políticas impulsadas recientemente por el Gobierno y sindicatos, promocionar el trabajo desde casa incide positivamente en la integración laboral de un gran número de personas con dificultades para encontrar empleo: discapacitados, mujeres o trabajadores que tienen a su cargo a personas o familiares dependientes. En este sentido, el teletrabajo y en concreto la videoconferencia tiende a convertirse en una herramienta eficaz para abrir a más gente el camino a la inserción laboral.
INCREMENTO DE LA PRODUCTIVIDAD
El teletrabajo y la flexibilidad laboral – que permite la videoconferencia- no solamente se ajustan a las candentes políticas de conciliación laboral sino que pueden ser al mismo tiempo un eficaz ‘modus operandi’ para incrementar la productividad de los empleados. Aparte de beneficios para el trabajador, la otra cara de la moneda es otorgar ventaja a las empresas. “Las organizaciones pueden supervisar mejor el trabajo que realiza el empleado desde su casa al tener contacto visual y es más fácil mantener la lealtad del empleado al tener este contacto más directo”, señala el directivo de este fabricante noruego de videoconferencias, líder mundial del sector.
En todos los estudios acerca de teletrabajo es unánime destacar el incremento de productividad que conlleva implícito. La reducción del tiempo dedicado a transportes, la disminución del absentismo, la ausencia de interrupciones y la mejora de la concentración del empleado en sus tareas son factores que ofrece el teletrabajo directamente relacionados con la mejora del rendimiento laboral.
En esta misma línea, el estudio de Ipsos Mori realizado en colaboración con Tandberg señalaba la videoconferencia como una alternativa para los viajes de negocios. Según la encuesta la mayoría de los desplazamientos físicos por motivos de negocios son innecesarios e influyen negativamente tanto en el rendimiento de los empleados y su bienestar como en las cuentas de las compañías.
Asimismo, más del cincuenta por ciento de los entrevistados reconoce que algunos viajes de negocios son innecesarios y podrían ser sustituidos por la videoconferencia para eliminar los tiempos muertos y evitar la pérdida de la productividad. Por consiguiente la implantación de videoconferencia puede suponer un ahorro de costes.
En cuanto a la influencia de los viajes en la “calidad de vida”, el estrés derivado de un contexto de continuos desplazamientos es una situación que afecta a los encuestados en una media de un 44 por ciento, y en algunos países como Italia llega a un porcentaje todavía más alto (el 81 por ciento). Aunque representa un pequeño porcentaje, es significativo que algunos participantes -el 7 por ciento- estaría dispuesto a cambiar de trabajo por viajar con menor frecuencia.
Por otro lado, una ventaja añadida es el coste de la videoconferencia. Como señala Alberto Fernández, “El coste es mínimo ya que junto a las herramientas tecnológicas tradicionales – que normalmente suele tener ya instaladas el empleado en su casa- solo tiene que añadir un equipo de videoconferencia”.
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