Bajo el lema 'Trabajo y salud: riesgos nuevos y emergentes', el responsable del Observatorio Europeo de Riesgos de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, Eusebio Rial, se refirió a los trastornos musculoesqueléticos, psicosoaciales y la exposición a sustancias peligrosas como los principales y más graves riesgos laborales que se deberán enfrentar en los próximos años.
En unas Jornadas organizadas por UGT-Euskadi en Bilbao sobre enfermedades profesionales, Rial aportó ayer información ligada a los tipos de enfermedades profesionales que están aumentando en la Europa de los 27 y cuya naturaleza, explicó, "cambia al ritmo del incremento de las innovaciones, del desarrollo de nuevos factores de riesgo, como la violencia en el trabajo, y el acoso moral o sexual, y de la transformación del trabajo -vida profesional más fragmentada-".
Asimismo, "hay factores que contribuyen a acentuar dichas enfermedades, como la precariedad en el empleo, la sensación de inseguridad, los horarios irregulares y flexibles, la intensificación del ritmo de trabajo, la creciente complejidad de tareas, el envejecimiento de la población activa o el trato con las personas, especialmente en el sector servicios.
Rial hizo hincapié además en la importancia que hay que darle a las enfermedades profesionales, porque "a veces se infravaloran", sobre todo por sus efectos a largo plazo, frente a la mayor visibilidad "inmediata" de los accidentes de trabajo.
DATOS QUE HABLAN
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las cifras actualizadas reflejan que, como media, el 9,6% de todas las muertes por cáncer son atribuibles al trabajo.
En el área de la Unión Europea -27 Estados miembros- un total de 95.580 muertes causadas por cáncer en 2002 están relacionadas con el trabajo. Esta cifra se puede comparar con el número estimado de accidentes de trabajo mortales para el mismo período en la UE, que asciende a 8.900. Detrás de estas muertes por cáncer, existen varios factores causales, como el amianto, el humo de tabaco ambiental en los lugares de trabajo u otras sustancias y agentes cancerígenos.
Ante estas cifras, la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo insiste en la prevención y en la correcta aplicación de la legislación de la UE, además de poner especial atención a las sustancias peligrosas, tanto en materia de investigación como de seguimiento de nuevas tendencias y riesgos emergentes, como los asociados a las nuevas tecnologías, riesgos biológicos, relación persona-máquina, y el impacto de las tendencias demográficas.
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