Unas 2.500 personas fallecieron en Cataluña como consecuencia de enfermedades relacionadas con sus puestos de trabajo el año 2004, según un estudio elaborado por CCOO, que precisa que la mayoría, 1.533, se debieron a tumores malignos.
El estudio fue presentado ayer en rueda de prensa por el secretario general de CCOO de Cataluña, Joan Coscubiela, la responsable de Salud del sindicato, Neus Moreno, y Joaquín Nieto, secretario de Salud Laboral y Medio Ambiente de la confederación sindical de CCOO de España, tras una asamblea de un millar de delegados de prevención del sindicato celebrada en Barcelona.
Coscubiela ha afirmado que este estudio evidencia que las enfermedades profesionales, caracterizadas por las exposiciones a riesgos a lo largo del tiempo, explican la relación entre condiciones de trabajo y salud y que estas 2.500 personas fallecieron 'sin que nadie sepa' ni quede constancia en las estadísticas oficiales de esta relación.
El reto del sindicato será 'forzar a empresarios y políticos' a que visualicen la vinculación entre condiciones de trabajo y pérdida de salud, que 'es un problema político, social, laboral y de salud de unas dimensiones enormes', ha indicado el dirigente de CCOO de Cataluña.
El citado informe ha estimado el impacto de las enfermedades laborales en Cataluña el año 2004 en términos de mortalidad, incidencia y prevalencia, a partir de estudios y bases de información de datos validadas y probadas en países con características similares al nuestro.
Según el citado estudio, cada año se producen en Cataluña cerca de 14.000 nuevos casos de enfermedades de origen laboral, de las que 4.800 casos están relacionados con problemas osteomusculares; 1.950, enfermedades de la piel y 1.750 casos por pérdidas auditivas.
Además, anualmente se diagnostican en Cataluña casi 1.300 alteraciones mentales relacionadas con exposiciones laborales y unos 900 tumores malignos que en su origen deberían ser clasificados como laborales, pero que no son reconocidos, ha explicado Neus Moreno, responsable de Salud de la comisión ejecutiva de CCOO de Cataluña.
Una de las nuevas enfermedades detectadas es la lipoatrofia semicircular, que ha afectado a unas 500 personas desde que se detectó en varias empresas, como La Caixa y Agbar, entre otras, según datos de Coscubiela, que ha puntualizado que esta patología es de 'carácter leve y reversible, y se encuentra a años luz de la gravedad de otras como tumores o problemas cardiovasculares'.
Precisamente, la lipoatrofia semicircular ha sido objeto también hoy de una jornada de estudio organizada por UGT de Cataluña en Barcelona, en la que han participaron varios cientos de personas y en la que Dionís Oña, responsable de Salud Laboral, ha reclamado que sea reconocida como riesgo profesional.
El director de Relaciones Laborales del departamento de Trabajo de la Generalitat, Salvador Martínez, que participó en esta jornada de UGT de Cataluña, ha explicado que la conselleria está elaborando un protocolo de actuación dirigido a los servicios de atención médicos para que sepan cómo actuar cuando atiendan a un trabajador con lipoatrofia.
La literatura médica describe la Lipoatrofia Semicircular (LS) como enfermedad poco frecuente, idiopática (sin causa conocida, aunque asociada a edificios enfermos), cuya manifestación clínica consiste en la atrofia de una zona semicircular del tejido fino graso subcutáneo, situado sobre todo en el frente de los muslos.
En su exposición, Alvarez ha recordado a los empresarios que 'más allá de las obligaciones de prevención' de accidentes de trabajo que marca la ley, 'han de entender que la prevención afecta a la competitividad empresarial', con tres millones de jornadas de trabajo perdidas el pasado año.
En este encuentro ha intervenido también Arsenio Olmos, en representación del grupo Agbar, que ha informado de que unas 60 personas trabajadoras de la Torre Agbar pueden presentar síntomas de lipoatrofia y que su empresa 'no tiene dudas de que es una patología asociada al puesto de trabajo, por lo que se considera accidente de trabajo'.
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