Un total de nueve empresas han sido paralizadas en lo que va de año en Lleida por incumplir la ley de prevención de riesgos laborales. Todas ellas, según confirmó la directora dels Serveis Territorials de Treball en Lleida, Pilar Nadal, pertenecen al sector de la construcción y no retomarán su actividad hasta que solucionen el defecto por el que fueron sancionadas y paralizadas.
Proporcionalmente, y respecto a 2006, el número de empresas paralizadas en Lleida ha aumentado, puesto que en todo el año pasado se pararon once obras.
A pesar de las actuaciones llevadas a cabo desde la Inspecció de Treball, los sindicatos califican de “insuficiente” el número de inspectores laborales que hay en las comarcas de Ponent. Pilar Nadal comentó que actualmente actúan en Lleida ocho inspectores y otros tanto subinspectores, que según cálculos realizados por CCOO, dan una media de 17.000 trabajadores por inspector.
Ante esta realidad, reconocida por la misma Administración, desde Treball se prevé avanzar en este ámbito para reducir la siniestralidad en el trabajo, y por ello desde el departament se habilitarán, en breve, siete técnicos en seguridad e higiene con derecho de visita a las obras y potestad para sancionar.
La responsable de inspección laboral de CCOO en Catalunya, Maria Marín, comentó que “mientras la media de inspectores en Europa es de un Inspector por cada 12.000 trabajadores, la leridana asciende a los 17.000” y la catalana la supera hasta los 23.000 asalariados por inspector.
Conocedor de estos datos, el responsable de salud laboral de CCOO en Lleida, Josep Maria Baiget, comentó que la situación en que se encuentra Ponent, Catalunya y, en general el conjunto del Estado español, muestra una falta de voluntad política de “ponerse las pilas” y añadió que Treball debería de destinar una dotación presupuestaria “a doblar el número de inspectores”.
Baiget expresó que la figura del inspector de trabajo debe de tener una función disuasoria para que las empresas no cometan infracciones en prevención de riesgos, pero la realidad es muy distinta “aquí el inspector va por detrás del accidente y no por delante como tendría que ser”.
Por su parte, el responsable de salud laboral de UGT en Lleida, Joan Castro, comentó que “si encima de que los inspectores son pocos, las empresas no hacen nada por cumplir la ley de prevención, la siniestralidad aumenta”.
Castro criticó que entre los empresarios y trabajadores leridanos hay una falta de mentalidad sobre los riesgos existentes en el trabajo y consideró que la publicación del nombre de las empresas sancionadas de gravedad “no reducirá la siniestralidad”.
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