El 20 por ciento de las llamadas de denuncia que recibió en mayo el Defensor del Profesor en Madrid, un servicio prestado por el sindicato ANPE, acabaron en baja laboral, principalmente por depresión y ansiedad del docente, siendo los maestros de Secundaria los que más recurrieron a dicha figura.
El presidente de ANPE, Fernando Jiménez Guijarro, aseguró a Europa Press que el mes pasado atendieron 160 llamadas de las que el 36 por ciento hacían referencia a situaciones de ansiedad, y más del 20 por ciento a depresión, enfermedades causadas por la difícil situación que a veces se vive en las aulas.
En este tiempo, se han abierto dos expedientes a profesores que han sido denunciados por padres de alumnos y se han iniciado tres procedimientos penales que están a la espera de celebración de juicio en los que o bien los padres de los estudiantes han presentado denuncia contra el profesor, o bien los docentes han denunciado a los tutores de los escolares.
Según Guijarro, los profesores de Secundaria son los que más utilizan el servicio, realizando el 60 por ciento de las llamadas registradas en el mes de mayo, mientras que las denuncias de los maestros de Primaria superaron el 30 por ciento del total de las reclamaciones.
El Defensor del Profesor -en el que trabajan día a día tres psicólogos y un grupo de abogados que se encarga de las temas jurídicos- surgió hace año y medio con el objetivo de atender a los profesores de Infantil, Primaria y Secundaria, así como a todos los maestros de escuelas de música o de idiomas de casi todas las Comunidades Autónomas que tengan problemas con "la indisciplina de los alumnos en las aulas y con la violencia que se vive en ocasiones en los centros educativos". Desde que inició su andadura, el servicio ha recibido más 3.000 llamadas y sus letrados han tenido que mediar en 25 juicios.
AGRESIONES A PROFESORES
La mayoría de los docentes que acuden al Defensor del Profesor para pedir ayuda suelen ser víctimas de agresiones por parte de sus alumnos, de acoso por parte de sus compañeros de profesión o suelen padecer presiones procedentes de la dirección de los centros en los que desarrollan su labor.
El presidente de ANPE explicó que la violencia escolar no se localiza en una zona concreta de la Comunidad de Madrid, sino que se reparte por toda la región. "En algunas ocasiones se han dado casos de indisciplina y de agresiones a los profesores en colegios en los que nunca había habido problemas", apuntó.
En este sentido, Guijarro agradeció a la Comunidad de Madrid el desarrollo del Decreto de Convivencia Escolar al entender que solucionará "la indefensión" que padece el colectivo, ya que da una visión "clara, concreta y precisa de la autoridad del profesor".
El Decreto de Convivencia Escolar, aprobado por el Consejo de Gobierno en el mes de abril, establece que las infracciones de las normas de conducta, mientras no concurran circunstancias agravantes, se considerarán faltas leves y podrán ser sancionadas de forma inmediata por cualquier profesor del centro. Además, prohíbe el uso de móviles y aparatos electrónicos en las aulas y propone sanciones para el acoso o las agresiones.
A juicio del presidente de ANPE, esta normativa "es una buena medida que aún está muy verde" y detalló que el deterioro que se vive en las aulas "ha ido en aumento en los últimos 20 años".
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