Lucía Artázcoz, experta de la Agencia de Salud Pública de Barcelona, afirmó el pasado viernes en la Universidad de Navarra que "la conciliación de la vida laboral y familiar provoca en la mujer trastornos crónicos, peor estado de salud mental y menor número de horas de sueño y ejercicio físico".
Con motivo de su intervención en el "Seminario permanente sobre conciliación de la vida laboral, personal y familiar" del Instituto de Ciencias para la Familia, señaló que en esta sobrecarga de la mujer, con un coste importante para la salud, influye la posición socioeconómica. "Las mujeres de clase baja financian la conciliación en términos de salud; las de alta, en la renuncia al proyecto de familia", indicó.
Sin embargo, Lucía Artázcoz apuntó que las desigualdades no sólo afectan a la mujer y explicó que "la división tradicional de la sociedad atribuye a los hombres el papel de sustentadores principales de la unidad familiar y esto en algunas circunstancias también tiene impacto sobre su salud, por ejemplo en situaciones de paro o inestabilidad laboral".
Respecto a las medidas y políticas que pueden contribuir al freno de esta desigualdad, destacó que no considera adecuada la medida del trabajo a tiempo parcial sólo para las mujeres, "porque perpetúa desigualdades y permite que las mujeres sigan siendo responsables del trabajo de familia".
Para Lucía Artázcoz, licenciada en Medicina por la Universidad de Navarra, "la verdadera solución pasa por un cambio cultural, que tardará mucho tiempo en llegar, y por un aumento de los recursos accesibles para el cuidado de las personas dependientes, sean estas mayores, niños o discapacitados".
Por su parte, Reyes Calderón, profesora de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, analizó la conciliación laboral en España desde el punto de vista del gasto sanitario. "En nuestro país tenemos menos PIB destinado a sanidad y un gasto per cápita inferior tanto en el ámbito público como en el privado; sin embargo, poseemos una valoración más positiva de nuestra salud que otros países de la Unión Europea ¿Cómo es esto posible?", se preguntó.
Asimismo, explicó que el cuidado de enfermos, ancianos, o niños, que en un estado de bienestar es responsabilidad del Estado, se lleva a cabo en España en el seno familiar y recordó que "las familias ahorran al Estado miles de euros porque sostienen el bienestar general con sus recursos, fundamentalmente con un altísimo coste para la mujer, sin que reciban deducciones, que no subvenciones, casi de ningún tipo".
Según esta experta, "la conciliación pasa por cambiar el chip: es importante que las políticas de empleo y los procesos de negociación colectiva sean sensibles a estos aspectos". "Por eso, las acciones en el ámbito de la empresa no son suficientes; se trata de una cuestión de Estado", añadió.
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