Unas diez mil personas mueren cada año en Argentina por enfermedades vinculadas a su entorno de trabajo que no han sido diagnosticadas como tales, según un informe de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria divulgado el lunes.
Estas enfermedades, entre las que figura el cáncer, afectan "a todo tipo de trabajadores", señaló el estudio, publicado por el diario Página/12.
Del total de muertes, unas 3.000 corresponden a enfermedades respiratorias, precisa el trabajo.
"Se trata de casos no registrados como tales porque el trabajador, por miedo a perder su empleo o, simplemente, a traerle problemas a su patrón, no denuncia que la enfermedad proviene del trabajo y se atiende en privado o en su obra social", explicaron desde la asociación.
Para revertir esta situación, el coordinador adjunto de enfermedades de origen ocupacional de la asociación, Jorge Draghi, sostuvo que es necesario que el médico le pregunte al paciente de qué trabaja y en qué condiciones para evaluar si su afección está relacionada a su ámbito laboral.
"Las enfermedades de tipo ocupacional toman cada vez más importancia. Hace seis años detectábamos cien sustancias tóxicas en los lugares de trabajo; hoy conocemos más de 400. Sea porque aparecen más tóxicos, o también porque estamos en condiciones de identificarlos mejor", advirtió Draghi.
En este sentido, el especialista de la entidad aseguró que "el problema se presenta en toda América Latina pero en México hay mejores controles y en ese país, como también en Chile, hay mejores estadísticas y organización" que en Argentina.
Por su parte, el titular de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT) de la Nación, Héctor Oscar Verón, admitió que el Estado tiene "un subregistro de enfermedades profesionales" con cifras por debajo a las reales.
Según las últimas estadísticas de la SRT, correspondientes a 2005, las enfermedades ocupacionales detectadas llegan sólo al 1,7 por ciento de los trabajadores.
"Está muy lejos de la realidad", reconoció Verón.
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