El I Barómetro de la movilidad, realizado por Dell e IDC, señala que, pese a incrementar la productividad, el uso del portátil frente al equipo de sobremesa aún no está lo suficientemente implantado en el segmento profesional.
El estudio “El ordenador portátil y las tendencias en la mediana y gran empresa”, realizado entre 200 empresas españolas por IDC para Dell, muestra que un 70% de las empresas sólo moviliza el 20% de su plantilla, cifra aún más escasa si se trata de la pyme. Asimismo, refleja que la sustitución del PC de sobremesa por el portátil no se está dando entre profesionales, o, al menos, no a un ritmo tan acusado como en el segmento consumo, donde la venta de portátiles ya ha superado la de equipos de sobremesa.
IDC estima que en nuestro país hay más de 8,2 millones de trabajadores susceptibles de trabajar fuera del entorno la oficina (un 43,6% de la población activa), y que el porcentaje de trabajadores móviles de España tiene un crecimiento superior a la media Europea. Por el momento, pese a los beneficios del uso del ordenador portátil en la empresa, sólo un 12,6% de los portátiles vendidos se compraron con el propósito de reemplazar al equipo de sobremesa, principalmente para nuevos empleados. Más difícil es, según el estudio, vencer la inercia cuando se trata de sustituir el PC de sobremesa de un usuario actual por un portátil. El uso del portátil como equipo para puesto fijo representa un 8,1%.
En cuanto a los criterios de compra, el más valorado por las empresas españolas es el precio, seguido por las prestaciones, la durabilidad, fiabilidad, conectividad y la garantía y servicios, esperando obtener todas ellas a un precio asequible. Al contrario que para el mercado de consumo, el diseño es el criterio menos valorado por las empresas.
Movilidad interna
El barómetro revela que la principal aplicación del portátil es dentro del propio recinto empresarial, lo cual apunta hacia un nuevo perfil de trabajador móvil y que el empleado que requiere dispositivos móviles ya no es sólo aquel cuyo puesto le exige una movilidad geográfica (que sigue siendo la mayoría de los casos con un 52,9%).
En cuanto a la conectividad empleada por el equipo, la adopción de la 3G es aún incipiente en la empresa española, de acuerdo con el barómetro. Por ello todavía hay cierta indefinición a la hora de determinar qué uso se le va a dar y, por lo tanto, se carece de criterios sólidos para asignarla. Pese a todo, la mayoría de los encuestados considera la 3G como una tecnología ventajosa e interesante con una calificación positiva. También en este punto, el estudio recoge que más del 50% de los encuestados prefieren la conectividad integrada en el portátil frente a tecnologías basadas en PCMCIA o USB
Por otra parte, el barómetro señala que la movilidad y la conectividad favorecen la conciliación de la vida personal y profesional porque permiten a los empleados una mayor flexibilidad laboral. El 89,3% de los usuarios de portátiles hacen un uso mixto. Tras la flexibilidad, el gran beneficio que aportan los portátiles, de acuerdo con los empleados, es una mayor productividad, la mayor implicación con la empresa y una mejor disponibilidad hacia los clientes. Sólo un 4% de las empresas encuestadas opina que la movilidad no aporta ningún beneficio sustancial para su negocio.
Pese a estos beneficios, las empresas comienzan a ser más conscientes de los riesgos –tanto del hardware como de los datos y el acceso a los mismos- que conllevan la instalación de un parque móvil, y la necesidad de adoptar acciones concretas en materia de seguridad
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