El porcentaje de accidentes laborales mortales o muy graves que en 2006 acabaron en diligencias previas no llega al 20 por ciento según los datos de la Consejería de Empleo.
Y es que de 1.425 comunicaciones que se hicieron de accidentes mortales o muy graves a la Fiscalía, sólo 280 acabaron en diligencias previas. El dato supone, sin embargo que ha aumentado de forma considerable los casos que acaban en diligencias previas con respecto a 2005 cuando fueron 111 las que provocaron diligencias previas de entre las 837 comunicaciones a la Fiscalía. Es decir pasaron de un 13 por ciento en 2005 a casi el 20 en 2006.
En cualquier caso en la Fiscalía General del Estado andan recopilando datos relativos al primer trimestre de este año en cuanto a siniestralidad laboral en toda España, El fiscal de sala delegado y coordinador de siniestralidad laboral, Juan Oña, asegura que el pasado año llegaron a los tribunales 506 casos de accidentes laborales con resultado de muertes en toda España. Concretamente, según las cifras de la Fiscalía General del Estado, se incoaron 487 diligencias previas en toda España y hubo 21 que llegaron a juicios de faltas. Es decir fueron 506.
Sin embargo la cifra, tal y como reconoce el propio fiscal especialista en siniestralidad laboral, supone un «desfase» con respecto a los accidentes laborales con resultado de muerte que hubo durante ese mismo año en toda España, 966 según el Ministerio de Trabajo.
Ese desfase, según Oña, «no significa que el resto no fuera objeto de procedimiento penal» sino que puede que no fuera clasificado como tal porque muchas veces no aparecía el motivo de la muerte en la carpeta donde era clasificado el tema.
Y es que como los fiscales especializados en siniestralidad laboral que Oña coordina llevan poco tiempo funcionando, antes tampoco se clasificaban a veces los accidentes laborales como tal por loque muchos de esos procedimientos no aparecen reflejados en los datos aunque ello no suponga que fueran archivados.
En cualquier caso, la Fiscalía también tiene algunas cifras acerca de las sentencias dictadas el pasado año en materia de siniestralidad laboral. De hecho, el pasado año se dictaron en toda España 249 sentencias por los juzgados de lo penal mientras que hubo otras 47 sentencias emitidas por audiencias provinciales.
Aunque la Fiscalía dice no tener aún las cifras de las condenas y absoluciones por accidentes laborales del pasado año, sirve de referencia otro dato que maneja. Entre los años 2000 y 2005 el 59 por ciento de las sentencias por accidentes laborales con resultado de muerte acabaron en una condena. El resto, un 41 por ciento, fue una absolución o acabo en un juicio de faltas.
Desde la Fiscalía también se recalca el hecho de que se hayan multiplicado las sentencias dictadas por Audiencias en esta materia. Es decir, que han aumentado de forma importante las apelaciones ya que si en 2000 fueron 19 las sentencias dictadas por audiencias provinciales, en 2005 fueron 92 las dictadas por alguno de estos órganos.
Pese a que el fiscal especializado reconoce ese «desfase entre la realidad física y la realidad procesal», también admite que cada vez hay «más sensibilidad social» con los accidentes laborales. Y más cuando ocurren algunos muy graves como el de Carboneras. Incluso, según dice, esa sensibilidad también es mayor entre los empresarios. «Existía una especie de privatización del conflicto porque en el ámbito penal existía la credibilidad de que pagando la indemnización la respuesta penal no se produciría y se archivaba el procedimiento» admite.
Una ley integral
Por ello Juan Oña aboga por la necesidad de una Ley Integral contra la Siniestralidad Laboral similar a la de Violencia de Género incentivando la especialización no sólo de los fiscales sino también de otros cuerpos como los jueces. «Hacen falta más especialistas en esta materia», indica el fiscal.
Pero también hace hincapié en que la prevención sigue siendo muy necesaria y en que «si se cumpliera rigurosamente disminuirían de forma sensible los accidentes» ya que así se evita el riesgo.En cualquier caso pese a que Oña admita el «desfase» entre la realidad física y la procesal, considera que la cosa está evolucionando. «Ha existido sensación de impunidad porque el ajuste penal no estaba al a altura de las cifras de la siniestralidad, y esa sensación de impunidad hay que cortarla» asegura el representante del Ministerio Público para quien los países vecinos deben servir de referencia porque Alemania ha disminuido los accidentes en un 50% y Francia en un 33%.
Cargando ...
Los comentarios están cerrados.