Una sociedad virtual en tres dimensiones, donde la publicidad es barata y la población crece con rapidez y además muestra interés por las nuevas tecnologías debería ser el paraíso para los anunciantes. ¿Es así realmente? Parece que no todo es tan idílico en Second Life.
El problema es que en SL comprar no es una actividad primordial para sus habitantes -al menos en lo que a productos del mundo real se refiere-, y ya comienzan a desfilar algunos comerciantes que están poniendo fin a la aventura que iniciaron.
Según cuenta la versión online del diario LA Times, los empresarios no encuentran ninguna razón de peso, después de cuatro años desde el debut de SL, para continuar con su negocio en el mundo virtual.
Si nos damos una vuelta por SL, comprobaremos que muchos de los locales que vende Linden Labs, la empresa creadora de SL, para que las compañías y vendedores puedan construir sus negocios están vacíos, y son los espacios creados por los usuarios de a pie los que acaparan toda la popularidad.
Empresas como Sun Microsystems o Dell –de gran éxito en el mundo real- han visto como sus espacios en SL pasan días como islas totalmente desérticas. Para algunos anunciantes, el problema es que SL es un mundo imaginario, y los avatares, que se divierten con algo que no deja de ser un juego, no tienen necesidades reales.
En este mundo comer y beber no es necesario para la supervivencia, el teletransporte es la mejor manera de ir de un sitio a otro y vestirse es opcional. De hecho, ser un humano es también opcional, por lo que las reglas en este mundo son bien diferentes y la gente, de momento, no quiere saber nada de las empresas y de los productos que en el mundo físico son tan necesarios.
A Seconf Life el consumismo de nuestra sociedad actual no ha llegado todavía; SL es el último reducto, el último espacio por conquistar del capitalismo. ¿lo logrará, o cerrará ants por liquidación?
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