E l banco BBVA ha abierto una investigación después de que en el último año tres trabajadores, de una plantilla de cuatro, de una oficina situada junto a otro transformador hayan desarrollado enfermedades graves. Una trabajadora ha contraído un cáncer de mama, a otro le han extirpado pólipos en el colon y el tercer empleado con problemas sufrió un derrame cerebral. Los servicios de prevención de riesgos de la entidad sometieron ayer a los trabajadores a más pruebas médicas para prevenir nuevos casos de cáncer. La oficina del BBVA se encuentra en la avenida Eusebio Sempere número trece de Alicante. El caso ha salido a la luz pública tras el del juzgado de Alicante situado sobre un transformador en el que se han diagnosticado tumores y miomas a seis trabajadores de una plantilla de trece.
El sindicato CC OO ha solicitado el traslado inmediato de la sucursal para prevenir la aparición de nuevos casos. El delegado de prevención de CC OO alertó en marzo a la entidad de la preocupación de la plantilla de la oficina debido a la tasa de diagnósticos de enfermedades graves y que a vecinos y a un trabajador de otra empresa lindante también les habían detectado cáncer. Los empleados del BBVA comunicaron a los servicios de prevención de riesgos de la empresa que sufrían malestar, cefaleas y «continuas descargas de electricidad estática en varios puntos del centro de trabajo».
El transformador eléctrico se encuentra junto al despacho de la directora de la oficina y linda en la otra pared con las oficinas del Círculo de Lectores. Los trabajadores del Círculo, donde también se ha diagnosticado una enfermedad grave, están preocupados por la situación y reclaman también que se realicen pruebas para descartar riesgos.
Eusebio Pérez Oca (secretario comarcal de l´Alacantí – Les Marines de COMFIA – CC OO) ha elaborado un informe en el que advierte de que el edificio de la oficina del BBVA de Eusebio Sempere está construido sobre una corriente de aguas subterráneas. El problema, según el documento, es que «toda la manzana de casas está sobre una base impermeabilizada con el fin de evitar la humedad y las filtraciones de aguas subterráneas. Esta base de varias capas de plástico y hormigón generan un efecto aislante que, unido a los actuales sistemas de construcción con aislantes térmicos, produce un efecto conocido como Campana de Faraday. Es decir, no hay contacto a tierra y los campos electromagnéticos no encuentran camino de dispersión».
El informe de Eusebio Pérez Oca, que además es responsable provincial de salud laboral del BBVA en el Comité Estatal de Seguridad y Salud, alerta de que el tipo de transformador situado junto a la oficina de Eusebio Sempere utiliza un «aceite pesado, altamente inflamable y cancerígeno». El análisis recuerda que el BBVA ya se vio obligado a cerrar una oficina en el municipio burgalés de Villarcayo que se encontraba entre dos transformadores. Tres trabajadores de Villarcayo de una plantilla de seis contrajeron cáncer.
La Mutua UMIVALE ha comenzado a hacer pruebas a los trabajadores de la oficina de Alicante. El protocolo médico al que están siendo sometidos incluye una analítica sanguínea, determinación de sangre oculta en heces – para detectar cáncer de colon – y mamografías a las mujeres.
Los trabajadores del BBVA de Eusebio Sempere explicaron que la sucursal lleva abierta 18 años, pero ha sido ahora cuando han empezado a aparecer los casos graves. Los trabajadores reconocen que no pueden establecer una relación de causalidad con el transformador, pero no se explican por qué la incidencia de enfermedades graves es tan alta.
Eusebio Pérez Oca reclamó ayer la implicación de la «Administración para que compruebe si hay problemas en las otras empresas colindantes con el transformador y los vecinos del edificio. Los casos de lipotrofia detectados en edificios de oficinas nuevos de Barcelona y el del juzgado de Alicante demuestran que los campos electromagnéticos son dañinos».
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