El presidente provincial de CSI-CSIF, César Martínez, y la presidenta de la Asociación Canaria contra el Mobbing (Ascamo), Carlota Rodríguez, presentaron la campaña informativa que ha emprendido el sindicato para prevenir el acoso laboral en el ámbito de la Administración Pública, en la que destaca la demanda de la organización al Estado de que elabore un protocolo de actuación y su propuesta de creación de la figura del defensor del acosado.
CSI-CSIF propone además que se dé una información clara y específica a los funcionarios de sus cometidos y funciones, mejorar el sistema de comunicación interna entre los distintos niveles jerárquicos y realizar un control del clima laboral. Por otra parte, el sindicato rechaza "amiguismos y favoritismos" en la promoción profesional y los directivos o mandos intermedios autoritarios.
Esta campaña informativa se inicia con la presentación de carteles y dípticos que se repartirán en las instituciones públicas y que contienen la definición del acoso laboral, los tipos o formas, el perfil del acosador y acosado, los comportamientos y cómo actuar en caso de estar afectado por esta situación. "El acoso laboral en las administraciones públicas es considerado una falta muy grave, sujeta a separación del servicio o al despido del acosador", se expone en el artículo 95 del Estatuto Básico del Empleado Público.
EL 22 POR CIENTO DE FUNCIONARIOS SUFRE MOBBING
En su intervención, Carlota Rodríguez se refirió al mobbing como "un problema muy importante y que ha existido siempre, ha pesar de que es difícil de demostrar". Así, explicó que se manifiesta con conductas hostiles, de forma sistemática y reiterada -al menos una vez por semana-, durante un tiempo prolongado -al menos seis meses- y tiene como fin que quien la padece abandone su puesto de trabajo. Mientras, mobbing no es estrés laboral, ni síndrome 'burnout', un conflicto puntual o aislado, acoso sexual ni los mandos autoritarios.
Respecto al perfil del acosador, se trata de una persona con carácter psicópata, narcisista, controlador, mediocre, envidioso y manipulador. Por su parte, el acosado suele tener una personalidad brillante, es ético, moral, íntegro, honrado, no es sumiso, es autónomo e independiente, intransigente con la corrupción y resistente a la manipulación.
"En torno a 2,3 millones de personas en España están sufriendo este tipo de acoso y el tiempo estimado de curación de las secuelas ronda los cinco años", destacó Rodríguez, quien precisó que, sobre una población activa de 700.00 personas en Canarias, entre el 14 y el 17 por ciento sufre esta situación, según datos de 2004.
La presidenta de Ascamo indicó que el mobbing se da más en las empresas públicas que en las privadas, dado que en las primeras no existe el despido y la finalidad del acosador es que esa persona abandone su puesto de trabajo. El porcentaje de afectados en las empresas públicas españolas alcanza el 22 por ciento, lo que supera la media comunitaria.
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