La primera promoción de pacenses del curso de viveristas y jardineros de programa Proempelo recogió el pasado 20 de julio el diploma que les capacita para desempeñar profesionalmente alguno de estos dos oficios. Se trata de 19 personas que han asistido durante ocho meses, cuatro horas al día, a las clases teóricas y prácticas de los primeros cursos de viveristas y jardineros desarrollados en el Instituto Municipal de Servicios Sociales.
La peculiaridad de esta acción formativa es que estaba destinada a personas con riesgo de exclusión social, como víctimas de violencia doméstica, personas con carga familiar o inmigrantes, que llegaron a realizar esta actividad por recomendación de los Servicios Sociales de las distintas zonas de la ciudad de Badajoz.
Además, se trata de la primera experiencia del programa Proempelo formando a este colectivo y sienta las bases para futuras acciones similares. Es la primera vez que desde el Instituto Municipal de Servicios Sociales se forma fuera del ámbito del cuidado a personas, ya sean mayores, enfermos o niños, y se abren a nuevos ámbitos.
Dificultades
Según explicara el tutor del curso de Jardinería y técnico del programa Proempleo Manuel García, «estos cursos son especiales porque cuentan con el handicap de que las personas a las que se forma tienen en la mayoría de los casos problemas de educación, de comportamiento e incluso psicológicos, por eso se les forma laboral y personalmente y es muy satisfactorio ver cómo evolucionan». García reconocía que muchos de ellos llegan en un principio por la beca -los alumnos cobran 250 euros mensuales- y otros lo dejan a mitad al encontrar un trabajo temporal por no cobrar las becas regularmente. Con todo, de las 15 personas que comenzaron el curso de jardinería han terminado 7, siendo 12 los que han finalizado totalmente el de viverista.
El curso ha constado de una parte de formación teórica y práctica y un periodo de estancia en una empresa. Durante las clases los monitores han tratado de capacitar a los alumnos para que sepan afrontar una situación laboral. «Sobre todo en la parte práctica hemos insistido en que lo que hacíamos fuera lo más parecido al mundo real para que cuando lleguen a un trabajo sepan exactamente cómo tienen que hacer las cosas», decía Carlos Barriga, monitor de Jardinería.
Para ello han hecho prácticas reales podando y arreglando los setos del paseo fluvial. También han servido de apoyo a los trabajos de jardinería que se han realizado en la Alcazaba plantando parte de la vegetación, regando y arreglando el césped. Pero la obra de la que están más orgullosos es la restauración que han hecho del patio de la sede del Instituto Municipal de Servicios Sociales. En las traseras del edificio de la calle San Lorenzo convirtieron un talud de escombros en un jardín escalonado.
Igualmente todos los alumnos han pasado un mes trabajando en diferentes empresas de jardinería en Badajoz, así como en el vivero municipal de la ciudad.
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