Amado por muchos y odiado por otros, el aire acondicionado se convierte durante la época estival en el centro de muchas discusiones que se producen en el lugar de trabajo. Aunque a simple vista pueda considerarse un gran aliado para hacer frente a la subida del mercurio, la realidad confirma que también puede volverse en contra de uno.
En Galicia, nada menos que la mitad de las bajas laborales durante el verano y entorno al 40% de las consultas de personal laboral se producen a causa de los problemas respiratorios que ocasiona el aire acondicionado. Así lo explica el doctor Pedro Penela, neumólogo del hospital Nuestra Señora de la Esperanza, en Santiago y adjunto del área de Neumología del complejo hospitalario de Santiago.
Como señala el especialista, el problema principal se produce como consecuencia de los "cambios bruscos de temperatura" que se experimentan cuando se entra en los establecimientos o se sale a la calle. "El contraste pronunciado entre aire caliente y frío produce el enfriamiento de la nariz e impide que ésta realice su función de filtro habitual" comenta Penela.
De este modo, respiramos por la boca un aire frío y lleno de partículas, lo que provoca faringitis, amigdalitis, rinitis, y demás afecciones que afectan a las vías respiratorias superiores. Por otra parte, "si el chorro de aire frío se dirige hacia la cabeza, los hombros o la espalda, va a producir contracturas musculares o dolores de cabeza" añade el neumólogo.
Las medidas a adoptar tanto en la vivienda como en el trabajo consisten en mantener el aire a una temperatura estable. Los médicos recomiendan programar los aparatos de aire acondicionado entre los 22 y los 24 grados. "Por debajo de eso, sería demasiado frío".
Para hacer más llevaderos los trayectos en coche, existen aclimatadores que permiten programar una temperatura invariable. Si el vehículo no dispone de uno, los expertos aconsejan la refrigeración a temperatura ambiente y en caso de poner el aire acondicionado no hacerlo a temperaturas demasiado bajas.
Peor para los asmáticos
El porcentaje de humedad también debería ser estable pero como afirma el especialista, "en Galicia no tenemos por donde escapar", salvo que tengamos un deshumidificador, ya que el índice es bastante alto tanto dentro como fuera de los inmuebles.
Los más perjudicados por el mal uso de estos sistemas de enfriamiento son las personas asmáticas y las que tienen tendencia a padecer rinitis, ya que "son especialmente sensibles a los cambios de temperatura y al aire acondicionado" describe el doctor Penela, que durante el verano atiende un buen número de consultas de estos pacientes.
Para prevenir estas afecciones, los especialistas opinan que lo fundamental es evitar los cambios de temperatura violentos y que en algunos casos es preferible pasar calor. Además, aconsejan hidratarse bien, beber abundantes líquidos mientras se trabaja y tomar antitérmicos si es necesario para disminuir la temperatura corporal.
Evitar el alcohol y la cafeína también ayuda en la prevención, ya que según indica el doctor Penela, son excitantes y hacen que el organismo sea más susceptible a sufrir los efectos de estos cambios. Si ya es demasiado tarde y el paciente comienza a notar síntomas de enfriamiento o infección, debe acudir al médico ya que puede requerir tratamiento antibiótico.
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