A principios de este mes de agosto una gata, a punto de parir, buscó sitio para el alumbramiento en las instalaciones de la oficina de la Agencia Tributaria de El Ejido. El felino se coló por un agujero abierto en el portal del edificio contiguo a la oficina, hasta hacerse con un hueco en el techo de escayola de la planta inferior, la del archivo.
Días después de alumbramiento, los trabajadores de la Agencia Tributario comenzaron a notar molestias por picaduras de insectos, sin tomarlo muy en serio al principio. Sin embargo, el lunes 6 de agosto la situación se complicó y comenzó a extenderse la noticia de que una plaga de insectos había hecho de la oficina de su hogar. La delegada de prevención y del Sindicato Independiente de la Agencia Tributaria (SIAT), María Isabel de Mata, ha asegurado que no fue hasta el día 7, martes de la pasada semana, cuando averiguaron que se trataba de pulgas. Esa misma tarde se realizó la primera desinsectación, que no tuvo demasiado éxito.
A partir de ahí, se ha actuado en varias ocasiones hasta quedar la plaga prácticamente controlada. Aún así, el mismo lunes 13 de agosto se detectaron las últimas picaduras en algún empleado. Y es que tampoco fue hasta ese día cuando los trabajadores de la planta baja de la oficina ejidense fueron trasladados a la planta superior (la que tiene la entrada en el bulevar).
El administrador de la oficina ejidense, Guillermo Peso de Ojeda, justifica esta actuación y asegura que se actuó desde el primer momento en el que se tuvo conocimiento de que había plaga y que los tratamientos de desinsectación se realizaron siempre cuando no había personal (ni laboral ni contribuyentes) en el espacio. Sin embargo, estas afirmaciones no coinciden con las de María Isabel de Mata que afirmó que el día 8 (dos días después del primer tratamiento) se realizó otra desinsectación con empleados y contribuyentes dentro del edificio. Esa tarde, María Isabel de Mata explica que fueron avisados para no ir a trabajar al día siguiente cuado se realizó un tratamiento más fuerte. El viernes de la pasada semana, cuando los trabajadores volvieron a sus puestos, descubrieron que aún había problemas con los insectos y, De Mata dijo que fueron nuevamente 'invitados' a volver a casa, convirtiéndose ya en el segundo desalojo de las oficinas. Aquel día sólo permanecieron en la oficina el administrador y dos voluntarios atendiendo a los contribuyentes.
Por su parte, el secretario general de la oficina ejidense de la Agencia Tributaria, Juan Talero, aseguró que tienen informes de la empresa que ha desinsectado el edificio estos días -la misma que les realiza el mantenimiento de forma habitual- que demuestran que no hay plaga de pulgas en la planta superior y el único foco se detectó en el archivo.
En cualquier caso, y sin comérselo ni bebérselo, los responsables de la oficina de El Ejido se las han tenido que ver estos días una plaga que ha llegado hasta ellos por la irresponsabilidad del edificio contiguo pero que han sufrido los trabajadores y algún que otro usuario. Pese a que el problema empieza a estar controlado (tras la eliminación del falso techo de escayola donde se escondían larvas de pulga), la delegada de SIAT presentó ayer una denuncia en la Delegación de Salud y un escrito firmado por una docena de trabajadores, solicitando la rápida solución de esta «falta de higiene laboral».
Por otro lado, los trabajadores del archivo tendrán que esperar aún un mes para volver a la planta baja, donde se está aprovechando que se ha quitado el techo para mejorar el sistema de aire acondicionado.
Cargando ...
Los comentarios están cerrados.